VENEZUELA SE ESTÁ MURIENDO
La
insólita portada del Time constituye un llamado de atención de relevancia
mundial: Venezuela is dying:
Venezuela se está muriendo. Debemos
auxiliarla con nuestras vidas, pues en su muerte se nos va la nuestra. Llamo a sumarse a esta verdadera cruzada por
la salvación nacional a la que nos convoca el partido Voluntad Popular, sin egoísmos
ni mezquindades. No hay tiempo que perder. Ni existe otro camino.
Antonio Sánchez García @sangarccs
A los activistas de Voluntad Popular
“Proclama de Voluntad Popular”
“Nosotros
activistas de Voluntad Popular, reunidos hoy en esta máxima instancia,
declaramos:
*Primero*,
los venezolanos estamos viviendo los momentos más oscuros de nuestra historia
reciente. La situación actual es absolutamente inaceptable desde todo punto de
vista, y por lo tanto, asumimos como un
deber ético, histórico y moral sacar del poder lo antes posible a la dictadura
más corrupta, ineficiente, represiva y hambreadora que ha tenido nuestro
continente.
*Segundo*,
el objetivo de nuestra lucha no es un cambio de Presidente, no es el
cambio del gobierno, nuestra lucha es
por el rescate de nuestro país, por la reconciliación nacional y por el cambio
del sistema político, económico y social. La Mejor Venezuela requerirá la
transformación de los Poderes Públicos, la definición de la relación entre el
Estado, pueblo y petróleo, la superación definitiva y estructural de la pobreza
y que exista una sociedad en la que todos los derechos sean para todas las
personas.
*Tercero*,
la salida del gobierno es urgente,
requiere de la Unidad de todos los sectores democráticos y debe ser pacífica,
democrática, popular y constitucional. Creemos en la calle y en el voto
como métodos de transformación de cambio, porque entendemos que no estamos en
democracia, solo así podremos elegir y podemos hacer respetar nuestros
derechos. Por ello, asumimos el compromiso de convocar y activar a un gran Movimiento de Lucha Cívica Nacional,
bajo los principios de la lucha no violenta y la resistencia civil logre el
Revocatorio en el año 2016 y la convocatoria del Poder Constituyente para
reconstruir a Venezuela.
*Cuarto*,
ante la posibilidad real de que el régimen decida impedir las vías electorales
o cercenar el derecho Constitucional de sustituir a este gobierno, asumimos el
compromiso de organizar y convocar un
gran proceso de desobediencia civil nacional que no descansará hasta lograr la
libertad de toda Venezuela. Si nos impiden realizar las elecciones, todo el
pueblo deberá organizarse de forma masiva, simultanea, indetenible con
disciplina cívica y no violenta en una gran movilización nacional en la que
millones de venezolanos tengan la decisión de permanecer en las calles hasta que logremos restituir la democracia en
nuestro país.
*Quinto*,
los activistas de Voluntad Popular, así como todos los sectores
venezolanos, asumimos con pasión, grandeza y conciencia los compromisos que
decimos, así como los sacrificios que impliquen transitar esta ruta. Nos
descansaremos con la promesa que le hemos hecho a nuestro pueblo, ni las
aspiraciones personales, ni diferencias grupales, ni posiciones de poder,
incluso nuestra libertad, nos vencerá.
Por
último, hacemos un llamado a toda
Venezuela a iniciar un proceso de debate y movilización en todos los sectores
para activar un gran *Movimiento de Lucha Cívica Nacional* que logre la
realización de Referéndum Revocatorio este año y asumir la desobediencia civil
en caso de que el gobierno impida las vías electorales_. Invitamos a la gran
marcha a Caracas, asumiendo el llamado de nuestro hermano Leopoldo para
alcanzar el objetivo”.
Reproduzco
in extenso la Proclama del partido Voluntad Popular porque, a mi entender,
posee la dimensión histórica de ser la primera ocasión en dos décadas de estado
de excepción en que un sector de la oposición enfrenta el meollo de la crisis y
acierta en lo medular de la guerra definitoria entre civilización o barbarie
que vivimos. Constituye, por ello mismo,
un giro de 180 grados en el
enfrentamiento entre el régimen dictatorial que nos regimienta – decir
“gobierna” sería un ex abrupto, dado la absoluta inexistencia de gobierno y de
Estado que caracteriza la caótica, anómica situación provocada intencional y
sistemáticamente por la dictadura – y una sociedad civil pasiva, subordinada a
instancias ajenas a sus profundos anhelos de libertad y progreso.
Tres
aspectos me parecen dignos de ser resaltados en la Proclama hecha pública por la
dirigencia de Voluntad Popular, ausentes hasta ahora en la conciencia
generalizada de la sociedad venezolana: 1) la inmensa y devastadora gravedad de
la crisis; 2) la necesidad imperiosa de desalojar al régimen cuanto antes: y 3)
el recurso a las bases populares de nuestra sociedad civil como único, auténtico
y privilegiado protagonista del cambio.
Con
ello, Voluntad Popular ha invertido los términos de una situación que, de
seguir por los estrictos carriles político institucionales, acompañados de la
pasividad política de nuestra sociedad civil y agravada por nuestros hábitos electoralistas,
nos conduciría inexorablemente hacia un desastre de proporciones apocalípticas.
¿Quién y para qué querrá en el 2019 la presidencia de una república devastada,
humillada y prostituida, con unas fuerzas armadas definitivamente desencajadas
de sus funciones constitucionales y una población esquilmada y esclavizada por
la vocación depredadora del castrocomunismo reinante?
Esa
decisión de enfrentar desde ahora mismo y con todos los medios pacíficos a
nuestro alcance al régimen imperante, no para asomar un nuevo gobierno, sino para propiciar un cambio radical, profundo,
estructural de nuestras determinaciones sociopolíticas, no sería posible sin
darle al pueblo el protagonismo de la acción. Para ello VP propone nuclear la
resistencia convocada en su Proclama, que de ella se trata, de la Resistencia, desde
los fundamentos sociales mismos, - lugares de vivienda, de trabajo, de estudio,
de reunión social y religiosa - de modo a constituir una red nacional de
resistencia hasta convertirla en una
fuerza irresistible. Con un triple propósito: resistir y oponerse sin demora,
en primer lugar; ir reconstruyendo el tejido social, gravemente desarticulado,
en segundo lugar; y, simultáneamente, estructurando desde ahora mismo la fuerza
que impondrá el desalojo de la dictadura y proveerá las bases de la democracia
del Siglo XXI. En otras palabras, fundando las bases para una transición hacia
el Estado de Derecho.
La
insólita portada del Time constituye un llamado de atención de relevancia
mundial: Venezuela is dying: Venezuela se está muriendo. No debemos permitirlo, pues en su
muerte se nos va la nuestra. Llamo a
sumarse a esta verdadera cruzada por la liberación nacional. No hay tiempo que
perder. Ni hay otro camino.
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