viernes, 12 de agosto de 2016

Venezuela se está muriendo

VENEZUELA SE ESTÁ MURIENDO

La insólita portada del Time constituye un llamado de atención de relevancia mundial: Venezuela is dying: Venezuela se está  muriendo. Debemos auxiliarla con nuestras vidas, pues en su muerte se nos va la nuestra.  Llamo a sumarse a esta verdadera cruzada por la salvación nacional a la que nos convoca el partido Voluntad Popular, sin egoísmos ni mezquindades. No hay tiempo que perder. Ni existe otro camino.


Antonio Sánchez García @sangarccs

A los activistas de Voluntad Popular

“Proclama de Voluntad Popular”





 “Nosotros activistas de Voluntad Popular, reunidos hoy en esta máxima instancia, declaramos:



*Primero*, los venezolanos estamos viviendo los momentos más oscuros de nuestra historia reciente. La situación actual es absolutamente inaceptable desde todo punto de vista, y por lo tanto, asumimos como un deber ético, histórico y moral sacar del poder lo antes posible a la dictadura más corrupta, ineficiente, represiva y hambreadora que ha tenido nuestro continente.



*Segundo*, el objetivo de nuestra  lucha no es un cambio de Presidente, no es el cambio del gobierno, nuestra lucha es por el rescate de nuestro país, por la reconciliación nacional y por el cambio del sistema político, económico y social. La Mejor Venezuela requerirá la transformación de los Poderes Públicos, la definición de la relación entre el Estado, pueblo y petróleo, la superación definitiva y estructural de la pobreza y que exista una sociedad en la que todos los derechos sean para todas las personas.



*Tercero*, la salida del gobierno es urgente, requiere de la Unidad de todos los sectores democráticos y debe ser pacífica, democrática, popular y constitucional. Creemos en la calle y en el voto como métodos de transformación de cambio, porque entendemos que no estamos en democracia, solo así podremos elegir y podemos hacer respetar nuestros derechos. Por ello, asumimos el compromiso de convocar y activar a un gran Movimiento de Lucha Cívica Nacional, bajo los principios de la lucha no violenta y la resistencia civil logre el Revocatorio en el año 2016 y la convocatoria del Poder Constituyente para reconstruir a Venezuela.



*Cuarto*, ante la posibilidad real de que el régimen decida impedir las vías electorales o cercenar el derecho Constitucional de sustituir a este gobierno, asumimos el compromiso de organizar y convocar un gran proceso de desobediencia civil nacional que no descansará hasta lograr la libertad de toda Venezuela. Si nos impiden realizar las elecciones, todo el pueblo deberá organizarse de forma masiva, simultanea, indetenible con disciplina cívica y no violenta en una gran movilización nacional en la que millones de venezolanos tengan la decisión de permanecer en las calles hasta que logremos restituir la democracia en nuestro país.



*Quinto*,  los activistas de Voluntad Popular, así como todos los sectores venezolanos, asumimos con pasión, grandeza y conciencia los compromisos que decimos, así como los sacrificios que impliquen transitar esta ruta. Nos descansaremos con la promesa que le hemos hecho a nuestro pueblo, ni las aspiraciones personales, ni diferencias grupales, ni posiciones de poder, incluso nuestra libertad, nos vencerá.



Por último, hacemos un  llamado a toda Venezuela a iniciar un proceso de debate y movilización en todos los sectores para activar un gran *Movimiento de Lucha Cívica Nacional* que logre la realización de Referéndum Revocatorio este año y asumir la desobediencia civil en caso de que el gobierno impida las vías electorales_. Invitamos a la gran marcha a Caracas, asumiendo el llamado de nuestro hermano Leopoldo para alcanzar el objetivo”.

           

            Reproduzco in extenso la Proclama del partido Voluntad Popular porque, a mi entender, posee la dimensión histórica de ser la primera ocasión en dos décadas de estado de excepción en que un sector de la oposición enfrenta el meollo de la crisis y acierta en lo medular de la guerra definitoria entre civilización o barbarie que vivimos.  Constituye, por ello mismo,  un giro de 180 grados en el enfrentamiento entre el régimen dictatorial que nos regimienta – decir “gobierna” sería un ex abrupto, dado la absoluta inexistencia de gobierno y de Estado que caracteriza la caótica, anómica situación provocada intencional y sistemáticamente por la dictadura – y una sociedad civil pasiva, subordinada a instancias ajenas a sus profundos anhelos de libertad y progreso.



            Tres aspectos me parecen dignos de ser resaltados en la Proclama hecha pública por la dirigencia de Voluntad Popular, ausentes hasta ahora en la conciencia generalizada de la sociedad venezolana: 1) la inmensa y devastadora gravedad de la crisis; 2) la necesidad imperiosa de desalojar al régimen cuanto antes: y 3) el recurso a las bases populares de nuestra sociedad civil como único, auténtico y privilegiado protagonista del cambio.



            Con ello, Voluntad Popular ha invertido los términos de una situación que, de seguir por los estrictos carriles político institucionales, acompañados de la pasividad política de nuestra sociedad civil  y agravada por nuestros hábitos electoralistas, nos conduciría inexorablemente hacia un desastre de proporciones apocalípticas. ¿Quién y para qué querrá en el 2019 la presidencia de una república devastada, humillada y prostituida, con unas fuerzas armadas definitivamente desencajadas de sus funciones constitucionales y una población esquilmada y esclavizada por la vocación depredadora del castrocomunismo reinante?



            Esa decisión de enfrentar desde ahora mismo y con todos los medios pacíficos a nuestro alcance al régimen imperante, no para asomar un nuevo gobierno,  sino para propiciar un cambio radical, profundo, estructural de nuestras determinaciones sociopolíticas, no sería posible sin darle al pueblo el protagonismo de la acción. Para ello VP propone nuclear la resistencia convocada en su Proclama, que de ella se trata, de la Resistencia, desde los fundamentos sociales mismos, - lugares de vivienda, de trabajo, de estudio, de reunión social y religiosa - de modo a constituir una red nacional de resistencia  hasta convertirla en una fuerza irresistible. Con un triple propósito: resistir y oponerse sin demora, en primer lugar; ir reconstruyendo el tejido social, gravemente desarticulado, en segundo lugar; y, simultáneamente, estructurando desde ahora mismo la fuerza que impondrá el desalojo de la dictadura y proveerá las bases de la democracia del Siglo XXI. En otras palabras, fundando las bases para una transición hacia el Estado de Derecho.



            La insólita portada del Time constituye un llamado de atención de relevancia mundial: Venezuela is dying: Venezuela se está  muriendo. No debemos permitirlo, pues en su muerte se nos va la nuestra.  Llamo a sumarse a esta verdadera cruzada por la liberación nacional. No hay tiempo que perder. Ni hay otro camino.

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