jueves, 29 de septiembre de 2016

Marxismo, certezas e incertidumbres

MARXISMO, CERTEZAS E INCERTIDUMBRES 

“El marxismo no duerme. No ha sido exterminado. Vegeta desde la caída del Muro y la debacle de la Unión Soviética pronto a su viral reactivación, incluso con el respaldo del Departamento de Estado y el Vaticano. Sólo tú, estupidez, eres eterna”.

Antonio Sánchez García 



 

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“Lo político es la relación amigo-enemigo” 
Carl Schmitt, El concepto de lo Político, 1922

Se equivoca quien crea que Raúl Castro, Nicolás Maduro, Cilia Flores y la docena de los más apegados beneficiarios de esta satrapía, jefes de las pandillas que controlan los despojos del Estado venezolano que sobrevive – Diosdado Cabello, Tarek El Aissami, Jorge y Delcy Rodríguez, Freddy Bernal, Aristóbulo Istúriz, los familiares y esbirros de Hugo Chávez, los diplomáticos, funcionarios y generales del Estado Mayor que les acompañan y los secuaces que les siguen – están dispuestos a dejar el Poder y cree sinceramente que les llegó su hora y bien harían en apartarse y buscar otras perspectivas para su sobrevivencia, si sobreviven. Siguen no sólo las órdenes perentorias dictadas desde La Habana de resistir todos los embates en el más puro estilo castrista, sino que, entre la espada y la pared, no tienen otra salida que inmolarse o apostar al cambio milagroso y providencial que podría salvarlos en los minutos del descuento. Una guerra que ponga en peligro el frágil equilibrio mundial, eleve súbitamente los precios del petróleo o un terremoto que devaste Venezuela poniéndole punto final a la obra de demolición que comenzaran hace diecisiete años. Son como hambrientos y desesperados mastines asediados por el hambre: no soltarán el hueso. Son, en el más estricto sentido del término: numantinos. Morirán aferrados al Poder. Con las botas puestas. Al firmar en 1995 el pacto con el diablo castrocomunista, se entregaron espiritual, existencialmente a esa religión que aspira a hacer tabula rasa de lo que es y crear el reino de la utopía de lo que es imposible. Cayeron en la gran celada que ha desquiciado a los pueblos desde que naciera Karl Marx, el Moisés alemán del mesiánico Apocalipsis. Son los ujieres de la Gran Mascarada. No tienen otra alternativa que el Poder o la Nada.

El grave problema para todos ellos es que Venezuela no es una isla, la dictadura no logró afianzar un régimen totalitario, por más esfuerzos que ha hecho por lograrlo, ni pudo exterminar, encarcelar o desterrar al pueblo democrático. El padre de la criatura sucumbió a los presagios – “morirás antes de los sesenta años luego de una espantosa enfermedad”, le pronosticó con treinta años de anticipación una vidente, hermana de su amante la historiadora Herma Marksman, que solía leerle las cartas mucho antes de que alcanzara el Poder, que ella también presagiara lo obtendría sin mayores dificultades – lo que derrumbó todo el frágil edificio que intentara construir. Junto con su muerte se derrumbaron los precios del petróleo y comenzó la decadencia y caída del socialismo del Siglo XXI, que había echado pie en Brasil y en Argentina, adelantando el proceso de reconquista en Ecuador, en Bolivia, en Chile, en donde aún se resiste a dejar el escenario. Iniciándose así la debacle del Foro de Sao Paulo y su influencia de dos décadas en la región. 

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Pero aún así: ni los Castro han renunciado ni renunciarán a su proyecto de implantar el comunismo en América Latina, ni los castrocomunistas venezolanos renunciarán al Poder de buen grado, adecuándose a las circunstancias impuestas por los cambios históricos y las reglas del juego democrático. No son demócratas, nunca lo fueron y jamás lo serán. Es la primera de nuestras certidumbres, así no falten en las filas opositoras quienes, parientes políticos e ideológicos lejanos o cercanos, crean sinceramente que sí lo son. La razón es elemental, así sea absolutamente incomprensible para quien no haya comulgado con la iglesia marxista leninista, en cualquiera de sus vertientes: - estalinista, maoísta, trotskista, guevarista, castrista - que creyera que lo que es debía dejar de ser para implantar la utopía comunista sobre la tierra. 

La incomunicación entre los verdaderos demócratas y los “revolucionarios” en el Poder es absoluta y total. De allí la inutilidad del diálogo, así lo incentive Su Santidad el papa Francisco y todas las almas puras y castas de todas las religiones humanas. La palabra Poder significa una cosa para un comunista, y otra absolutamente contrapuesta para un liberal. Para el comunista el Poder es Total, o no lo es. Para el liberal es provisorio, temporal y alternativo. Como también lo son todas las palabras de nuestros contrapuestos lenguajes: libertad, democracia, derechos humanos, propiedad privada, libertad de prensa y de opinión, individuo, Estado. Lo digo desde el fondo de mi larga vivencia como militante marxista, una religión más total, absoluta y absorbente que cualquier otra creencia, religión o filosofía. Y que al abandonarla me sumió en el más absoluto desconcierto y en la más dolorosa orfandad. ¿En qué creer cuando se dejó de creer en el ilusorio reino de la utopía? Dejar el marxismo supone un desgarramiento tan existencial como colgar una sotana. Sólo la creencia en la libertad puede hacerle contrapeso al ilusionismo marxista. Pero puesto que ella es como el aire, la disfrutamos sin tener conciencia de ella, para valorarla en toda su grandeza sólo cuando la perdemos. Entonces ya es demasiado tarde.

No comprender esa diferencia ontológica, metafísica, existencial nos ha conducido a cometer y reafirmar nuestros peores errores. Nos ha impedido enfrentar el mal de raíz, frontal, consecuentemente y desde sus mismos comienzos. Arrastrándonos a la complicidad, el compadrazgo y la alcahuetería. Otra de mis experiencias vitales vividas desde los tiempos de la Coordinadora Democrática. Inolvidable la foto de portada de un periódico opositor, transcurridos ya siete años del gobierno chavista, en que Teodoro Petkoff, Julio Borges y Manuel Rosales declaraban en Chile, antes de reunirse con la socialista Michel Bachelet – criada en la Alemania comunista - : “Chávez es un demócrata”. Ya entonces no lo era. Murió sin serlo. 

Fue el más importante pensador alemán, durante unos años coronado como el príncipe de los juristas nazis, Carl Schmitt, quien lo asentó de una vez y para siempre en una breve obra de filosofía política llamada EL CONCEPTO DE LO POLÍTICO, que debiera ser libro de cabecera de nuestro liderazgo: “lo político es la relación amigo-enemigo”. En efecto, para los comunistas, los demócratas somos sus mortales enemigos. Como ellos debieran serlo para nosotros. Como diría Hegel: no es una ocurrencia. Es asunto de la cosa misma.

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Hannah Arendt, esa extraordinaria pensadora judío alemana fiel al imperativo moral de la razón, lo que la llevó a ser incomprendida por su propia comunidad, sostuvo una verdad incorruptible en una de sus obras más importantes, Los orígenes del totalitarismo: no es posible convivir con el totalitarismo. Yo agregaría, que tampoco es posible dialogar con el totalitarismo. No existe entre demócratas y totalitarios un suelo común. A no ser el del engañoso entendimiento en función de proyectos absolutamente contrapuestos. O el de separar aguas sin ninguna otro pretensión que prevenir una carnicería que los sacaría del juego.

Ello explica la absurda situación que hoy vivimos: por lo menos un 85% de los venezolanos exige la salida del Maduro, el desalojo del gobierno y el fin del régimen. Sin hacer mella en quienes no sólo se niegan a obedecer ese clamor mayoritario, sino que insisten en aferrarse al Poder jurando que podrán revertir en cualquier momento la situación desesperada en que nos encontramos. No es sólo por los crímenes e iniquidades cometidas, las muertes que cargan a sus espaldas, el pavoroso saqueo de las arcas públicas y la absoluta certeza de que, de dejar el Poder y tener que responder ante la justicia, los espera la cárcel, muy posiblemente a perpetuidad. Debiendo devolver lo saqueado y responder por los innumerables crímenes cometidos contra los derechos humanos. 

Ello es así porque desde esa visión esquizofrénica y maniquea que les ha provisto el castrismo, creen que ya están en la tierra prometida, pasaron al más allá de la utopía socialista y controlan y controlarán el tiempo de aquí a la eternidad. Como sus mandatarios cubanos. Es lo que nos lleva a temer por el llamado acuerdo de paz entre la democracia colombiana y las guerrillas castrocomunistas de las FARC. Se equivoca Ibsen Martínez cuando sostiene en su columna semanal de El País, de España, que los venezolanos nos desinteresamos por lo que sucede en Colombia. Y se equivocan quienes creen sinceramente en los propósitos pacíficos y democráticos de las FARC. Entre ellos muchos burgueses bien pensantes, como el Nobel de literatura Mario Vargas Llosa. Lo que se verifica en Colombia es una gigantesca y ambiciosa operación tenaza de asalto a la institucionalidad liberal que les ha sido abierta por Juan Manuel Santos. Ella inicia la marcha del marxismo totalitario, fracasadas las guerrillas y llevadas por Álvaro Uribe a su virtual extinción, ahora por la vía pacífica, electoral, constituyente. El proyecto bolivariano fracasado en nuestro país, en Argentina, en Brasil y pronto a dejar el poder en Ecuador, en Bolivia, en Chile. Tampoco es casual el protagonismo cubano: es la estrategia que asumiera el castrocomunismo desde el Golpe de Estado del teniente coronel Hugo Chávez en 1992, que fundiera las tradiciones independentistas con la ideología marxista. La llamada vía constituyente del Socialismo del Siglo XXI. Colombia vivirá, en una versión aún más dramática, la tragedia venezolana. La misma que quisieran implantar en España Pablo Iglesias, su partido PODEMOS y la llamada Izquierda Unida. Que ya tienen contra las cuerdas al PSOE y han iniciado el asalto al bastión del Partido Popular. 

El marxismo no duerme. No ha sido exterminado. Vegeta desde la caída del Muro y la debacle de la Unión Soviética pronto a su viral reactivación, incluso con el respaldo del Departamento de Estado y el Vaticano. Sólo tú, estupidez, eres eterna.

domingo, 25 de septiembre de 2016

"Cometer un error y no corregirlo es otro error" (Confucio)

“Cometer un error y no corregirlo es otro error” (Confucio)

 

Por Virginia Contreras

 

Era de esperar que el CNE hablara tramposamente y por ende la Mud debe cambiar o se queda sin adeptos y el país sin ciudadanos


Hace un par de días el Consejo Nacional Electoral (CNE)  informo al país su decisión sobre la oportunidad en que el referéndum revocatorio (RR) solicitado por la agrupación política opositora venezolana, “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD), se realizara. Entre otras cosas, el organismo señalo que el RR "pudiera efectuarse a mediados del primer trimestre de 2017". La decisión dictada por el ente electoral refleja una vez más su sumisión ante el gobierno revolucionario, razón por la cual no debería haber asombrado a nadie.
Desde principios de año el CNE ratifico una vez más su absoluta parcialidad a favor del Gobierno Nacional, así como continuo con su política obstruccionista frente a cualquier actividad desplegada no solo por la oposición política del país, sino por la propia Asamblea Nacional (AN). Tanto fue, que frente al proyecto de Ley Orgánica sobre referendos que en abril comenzó a discutir el poder legislativo, el cual había pasado la segunda discusión, el CNE (comunicación del 4/4/2016), le advirtió a la AN que debido a que el ente electoral poseía la iniciativa legislativa sobre Leyes electorales, el proyecto de Ley Orgánica de Referendo que estaba siendo tramitado allí se encontraba al margen de la Constitución por cuanto que el organismo electoral no había tenido la iniciativa sobre ese Proyecto.
Muy posiblemente haya quien se aburra cuando de leyes se trata, pero el caso es digno de mencionar, por cuanto que resultaba evidente que estando en mora el CNE para presentar un proyecto de Ley sobre referendos, jamás lo iba a hacer ante la AN ahora en manos opositoras. Así, si el organismo electoral se abstenía de presentar dicho proyecto, blindaba con esto las normas que con carácter provisional ha venido dictando sobre la materia, e impedía por supuesto que se establecieran disposiciones más concretas sobre RR, las cuales pudieran facilitar la coronación de los sueños de tantos ciudadanos.
Resulta ocioso repetir la cantidad de sinsabores que han padecido la mayoría de los venezolanos al apreciar las públicas patrañas que el CNE ha venido ejecutando para dilatar un proceso, que en tiempos de Hugo Chávez no hubiera durado más de dos meses. Esto que  decimos es tan cierto, que la propia presidenta del CNE, en una publicación inserta en la página web del organismo (www.cne.gob.ve) titulada “Solicitud de Referendo Revocatorio Presidencial. Exposición al país, Agosto 2016”, señala orgullosamente el poco tiempo que demoro el CNE en atender la solicitud del presidente de la Republica de entonces para ejecutar todo lo relacionado con el referéndum para aprobar la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, y para posteriormente aprobar la Constitución de la Republica, hechos estos que hay que reconocer que por su complejidad y por la cantidad de participantes, resultaban un verdadero reto en materia procedimental.
Todas estas circunstancias, de dilación del proceso, y obstruccionismo evidente, fueron conocidas por el grueso de las organizaciones políticas opositoras que hacen vida en la conocida MUD. Tanto así que algunos de sus miembros, viendo la amenaza de que no pudiera efectuarse el RR este año, sugirieron la posibilidad de que la recolección de firmas se realizara como un “plebiscito simbólico” en contra del Presidente Maduro.
Ahora, cuando el CNE señala oficialmente lo que ya resultaba más que evidente, lo que impresiona no es la decisión del organismo, sino la actitud de asombro que frente a una realidad por todos conocida demuestran líderes políticos y representantes de la antes mencionada organización opositora. La situación ha llegado a tal extremo, que todavía incluso hay quienes se atreven a sugerir que “solo la presión en la calle hará que el RR se realice este año”, pretendiendo tal vez con esto desconocer no solo una decisión, que injusta o no, inconstitucional o no, ilegal o no, y abusiva o no, emana de un organismo que posee no solo todo el apoyo del gobierno revolucionario, sino de su apéndice judicial, el Tribunal Supremo de Justicia.
¿Habrá alguien en su sano juicio capaz de creer que porque la semana que viene salgan a la calle un millón de manifestantes en contra de la decisión del CNE este cambie de opinión? ¿Puede alguien pensar que la Señora Presidenta del CNE dará una rueda de prensa manifestando su desaprobación con la decisión dictada por el organismo, y amenazando al gobierno con renunciar si el RR no se realiza en el 2016?
Es entendible que frente a una medida dictada por alguna autoridad, los ciudadanos tengan el derecho y hasta el deber de manifestar públicamente su contrariedad, pero de allí a hacerle creer a la población que su participación -a estas alturas en que la decisión está tomada, y sin ni siquiera haberse iniciado la recolección del 20 por ciento de las firmas- podrá cambiar la decisión, es una situación que no solo resulta fantasiosa, sino, con todo respeto: criminal.
La naturaleza humana suele ser muy dura frente a hechos adversos producidos como consecuencia de la acción de otros. Muy posiblemente en este caso sean muchos los que nieguen su responsabilidad en relación con una estrategia que por lo menos hasta el momento ha resultada equivocada. Pero aún bajo lo abrumadora que ha podido resultar para algunos la referida noticia, más grave que haberse equivocado en establecer una única estrategia sin considerar la ejecución de un “Plan B”, resulta el persistir en equivocarse a sabiendas que las consecuencias del error la están padeciendo 30 millones de venezolanos y no un partido político.
Más allá que la MUD desee por razones de dignidad, y hasta de previsión política, continuar con la segunda etapa del proceso revocatorio, y sin que esto signifique desmerecer muchos de sus logros, es obvio que no puede seguir actuando sorda, ciega y muda frente a lo que la sociedad y la comunidad internacional esperan. No basta con consultar a unas bases políticas para saber qué se va a hacer en las próximas semanas, o qué tipo de declaración en respuesta a tales hechos realizaran el lunes. Tales acciones no le interesan sino a los mismos integrantes de las organizaciones políticas. Lo que los venezolanos siguen esperando es que terminen de una vez por todas de olvidarse de intereses presidencialistas, y de costos políticos de estos para las próximas elecciones presidenciales. Lo que la gente está esperando oír no es el mea culpa del secretario general de la MUD, o del presidente de la Asamblea Nacional. Lo que la gente pide a gritos es que se incluyan todas las otras opciones que muchos venezolanos habían presentado hasta el momento y que inexplicablemente se dejaron a un lado. Lo que la gente quiere es que no solo se deje participar a esas repetidamente mencionadas “bases” señaladas por los líderes políticos, sino a la gente de bien, al que hace la cola para comprar comida, al que habla en la radio, a la madre que no sabe cómo alimentar a su bebe, y hasta al que recibe esas bolsas de miserias llamadas “Clap”. Si esto no es posible hacerlo, pues que lo hagan otros.

¿Se consumará nuestra tragedia?

¿SE CONSUMARÁ NUESTRA TRAGEDIA?

Dios ciega a quienes quiere perder. Para nuestra infinita desgracia, desde fines de los ochenta hemos sido sus elegidos. Hoy estamos aquí, ciegos y extraviados. Por nuestra propia culpa. Por nuestra propia irresponsabilidad


Antonio Sánchez García 

@sangarccs



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“Que hablen otros de sus miserias. Yo hablo de la mía.”
Bertolt Brecht

Uno de los esfuerzos más notables realizados por un grupo de ex presidentes latinoamericanos y por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, que constituyeran el primer gran éxito diplomático alcanzado por las fuerzas democráticas venezolanas tras diecisiete años de infructuosos esfuerzos, que iba viento en popa y constituía la vía más sólida y definitiva para llevar al régimen dictatorial de Nicolás Maduro  al tribunal de la historia, comenzando por aplicarle la Carta Democrática y separarlo de la comunidad de naciones civilizadas del hemisferio, dando un paso inobjetable a su pronto y legítimo desalojo, fue trágicamente boicoteado e interrumpido, paralizándolo sine dia. Ante el asombro y el estupor de sus generosos promotores. Coordinados, por cierto, por uno de los venezolanos más notables e intelectualmente más dotados de las filas opositoras, el jurista, académico y político Asdrúbal Aguiar.

            Lo trágico no fue que tan loable y trascendental iniciativa fuera boicoteada por el régimen, que tenía todas las razones para hacerlo: el objetivo declarado de esa movida de alto ajedrez diplomático – que pondría a Washington, al Vaticano, a las Naciones Unidas, a la Unión Europea, al MERCOSUR y a todos los organismos internacionales del planeta –  ante el hecho consumado de tener que retirarle todo su respaldo al régimen castrocomunista que nos abruma y enajena – era, precisamente, poner entre la espada y la pared al régimen castrocomunista imperante en Venezuela. Para asombro del sentido común, esa extraordinaria iniciativa fue boicoteada por la propia oposición venezolana. En particular por el cogollo de su Mesa de Unidad Democrática, MUD, el llamado G-4. Y la ilusa colaboración de quienes hubieran debido ser los primeros en rechazarla, por inmoral e inconducente, ya que cercanos a la principal víctima y rehén político de la dictadura. Sin contar con la gestión de uno de los correveidiles del Sr. Zapatero: el inefable Timoteo Zambrano.

¿Cómo explicarse esa voltereta? ¿Cómo comprender esta falta de consciencia política, de elemental cohesión y esta veleidad de los principales partidos del establecimiento opositor, que corren azuzados por su inmediatismo y carencia de visión histórica detrás de una infantil celada montada por el régimen para zafarse de la tenaza diplomática que lo asedia y ello con sólo asomar la punta de promesas ilusorias, vacuas y desnaturalizadas, que hubieran debido ser rechazadas de plano y sin más trámites por una dirigencia consciente de los altos designios que debieran signarla? Dios ciega a quienes quiere perder. 

Jamás se ha visto en Venezuela negocio más engañoso y productivo para la dictadura que estas reiteradas convocatorias “al diálogo”, cuando las circunstancias lo apremian,  le estrechan dramáticamente su campo de maniobra y lo sitúan en la estacada. Un procedimiento tan viejo y socorrido, que ya debiera haber sido definitivamente excluido del arsenal de iniciativas políticas opositoras. Por cierto, inauguradas con la celada que nos llevara al funambulesco Referéndum Revocatorio, que debió celebrarse en el 2003, cuando correspondía constitucionalmente y todas las condiciones estaban dadas para sacar del poder al entonces aprendiz de dictador sin mayores trámites, para terminar teniendo lugar con un año de retraso, el 15 de agosto de 2004, tras la brutal intervención de la ingeniería política del G2 cubano y sus misiones, terminando brutalmente trampeado por Hugo Chávez, Jorge Rodríguez y la rectoría del CNE. Ante la sorda impotencia de la Coordinadora Democrática y la legitimación de César Gaviria y Jimmy Carter. Obtenerlo todo sin haber arriesgado nada. Como dice la conseja: si nos estafan una vez, el culpable es el estafador. Si nos estafan dos veces, los culpables somos los estafados.

Reproduciendo al calco las maniobras dilatorias de aquella estafa, esta vez han pasado meses valiosos e irrecuperables, perdidos en esta danza de estúpidos malabares de la estafa y el engaño, mientras nuestros más populares líderes siguen alucinados detrás de la ilusión óptica de sentarse a la mesa de entendimientos imposibles. Una pandilla de forajidos, dirigidos desde las altas esferas de la tiranía cubana, ha podido muchísimo más que una dirigencia que pudo poner un millón seiscientos mil venezolanos en las calles de Caracas, si bien sin concretos e inmediatos  objetivos políticos que no fueran los de asomar la potencia virtual que nos respalda. Mientras un burócrata de mala muerte, que debiera desaparecer del mapa político venezolano pues además de no ser venezolano representa su hez y su escoria,  sigue nariceando a los responsables de dirigir las jornadas que prometen liberarnos de esta pesadilla. Como si no hubiera estado claro desde hace años, que a esta dictadura no la conmueven imposiciones constitucionales.

Yendo a la esencia de este embrollo: echando por la borda el inmenso capital político obtenido el 6 de diciembre, que nos entregara el instrumento institucional más poderoso como para, desde él y con él, enfrentarnos al régimen – pues en esa Asamblea el soberano le ha delegado a sus representantes la soberanía nacional -, se echa a rodar un proyecto absolutamente inconducente ante la naturaleza dictatorial y totalitaria del régimen: el llamado Referéndum Revocatorio. Un instrumento perfectamente justo y legítimo, que representa el desiderátum de una salida pacífica y constitucional a la crisis, que beneficiaría a todos los protagonistas de esta tragedia, incluso a los propios esbirros del castrocomunismo venezolano, pero absolutamente impracticable ante la aviesa decisión de la satrapía – una dictadura al servicio de la tiranía cubana y manejada a distancia por ella –  por mantenerse en el Poder a cualquier precio. ¿O quien lo echara a rodar no sabía que el régimen, con las riendas del CNE en sus manos y un TSJ absolutamente espurio e ilegítimo, no haría mofa y escarnio de la voluntad revocadora de nuestras inmensas mayorías? ¿O es que nuestra dirigencia aún no entera de la naturaleza tiránica de un régimen que burla todas las instancias constitucionales? ¿No hay constitucionalistas en sus filas, que recuerden la tradición jurídica que avala el derecho y la obligación a la rebelión, incluso al tiranicidio, consagrados en todas las declaraciones y constituciones modernas desde el Renacimiento en adelante? No es necesario ir a la tradición, a Grocio, a Pufendorf, a Barbeyrac, pero por sobre a Locke y a Rousseau, para concluir, como lo hace la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su tercer Considerando, a saber, que es “esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.” ¿Es que no se nos está imponiendo la obligación y el derecho a la rebeldía?

Es la perfecta guerra asimétrica: la razón de Estado, la mayor inescrupulosidad y el poder aniquilador de las Fuerzas Armadas, contra el falso idealismo de quienes quisieran freír la tortilla sin romper los huevos. 

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El precio que comenzamos a pagar, aspiración ideal de Fidel y Raúl Castro,  que llevan medio siglo aspirando a destruir de cuajo a la Venezuela democrática, debiéramos tenerlo perfectamente claro: terminar por empujar al Sr. Padrino López y a sus fuerzas armadas, que siguen guardando un discreto silencio ante las atrocidades cometidas por la dictadura, a quitarse sus máscaras y desatar un pinochetazo, encarcelar a medio mundo, asesinar opositores a destajo, cerrar la Asamblea Nacional y llenar los estadios de dirigentes, artistas, intelectuales, periodistas y miembros de la sociedad civil opositora. Un 11 de septiembre de 1973 a la venezolana. El Poder en bruto, pero absolutamente minoritario, contra el Poder absolutamente mayoritario, pero virtual, estrictamente civil y sin la debida dirección política. 

El montaje de esa tiranía y ese desenlace sangriento llevan diecisiete años en desarrollo, pudo ser postergado como ultima ratio del asalto castrocomunista y militarizado al Estado venezolano ante los altos precios del petróleo, pero ahora, llegada la hora de la verdad y con esta crisis humanitaria encima,  comienza a mostrar sus garras. Tras estos años de sedicente “democracia participativa”, en la que por insólito que parezca aún cree el máximo impulsor del Referéndum Revocatorio, Henrique Capriles –ya asoma la estrambótica tesis de que “la democracia venezolana está en riesgo” –,  luego de haber sentado las bases de la dictadura que hoy juega con la oposición como el gato con el ratón, un pinochetazo no despertaría la menor indignación. No sería el producto de un asalto de horas con un bombardeo de minutos, como los que terminaran con el gobierno y la vida de Salvador Allende: sería el producto de un chavetazo a cuenta gotas que se le viene aplicando a Venezuela como un suero de su adormecimiento desde el 4 de febrero de 1992, ante la insólita complicidad de sus propias víctimas, que ha ido rebanando la institucionalidad y tradiciones democráticas, en particular desde la caída de los precios petroleros, como un salchichón en oferta. Desde hace tres años, bajo la batuta de un colombiano, agente de la tiranía cubana.

Diálogo y darle alas a una propuesta inconducente: han sido las armas de quienes, sabiéndose al borde del abismo, jamás creyeran que perderían el respaldo popular y la mayoría en la Asamblea; que la perdieran abrumadoramente, pero suficientemente hábiles, experimentados, astutos y canallescos, como para, perdida esa mayoría,  hacer que esa nueva mayoría se disolviera como un trozo de casabe en agua caliente - para usar el símil con el que Bolívar se burlara del Congresillo de Cariaco. Y perfectamente al tanto que esa dirigencia opositora no sabría, literalmente, qué hacer con ese pueblo en rebeldía. Salvo marchas. Y bailoterapia. Nuestra verdadera tragedia.

A un año de esa impresionante victoria, que debió haberse saldado con la libertad de todos nuestros presos políticos y el enjuiciamiento de un usurpador puesto en su cargo violando todas las disposiciones constitucionales y sin otro currículum que ser agente del G2 cubano y los Castro, hoy estamos con las manos vacías, desconcertados y consumidos en nuestras propias contradicciones. Se ha cumplido con astronómica puntualidad la situación que venimos prediciendo desde hace años: la dictadura no saldrá por medios pacíficos y electorales, como insisten en predicar los timoratos y pusilánimes de entre nuestros dirigentes. Si acaso, con un candidato a la presidencia autoproclamado en la mayor inconsciencia del estado real de nuestra desgracia. De no celebrarse el RR este año, como pareciera el caso , el régimen dictatorial habrá dado un gran paso hacia su mantenimiento hasta el 2019. Nosotros otro gran paso hacia el abismo. Es lo que, en toda lógica política, se ha consumado este jueves pasado: el CNE convierte el expediente revocatorio en un trozo de casabe en agua hirviente. 

Dios ciega a quienes quiere perder. Para nuestra infinita desgracia, hemos sido sus elegidos. Ciegos y perdedores. Sin el triunfo de los esclarecidos y el regreso a la verticalidad de nuestros mejores combatientes – Leopoldo López, Antonio Ledezma y María Corina Machado – dificulto que esa siniestra perspectiva de entronizar la tiranía no llegue a ser consumada. Que Dios nos auxilie. A ellos y a nosotros.

martes, 13 de septiembre de 2016

Castro y la guerra inconclusa

CASTRO Y LA GUERRA INCONCLUSA

Maquiavélico, flexible en la táctica e inflexible en la estrategia, apura el cáliz en Venezuela, en donde no piensa ceder un ápice, hasta cumplir un sueño tan viejo como su revolución: hacerla polvo, devastarla hasta sus cimientos y hacerla desaparecer del escenario de la política caribeña. Le asiste en sus empeños uno de sus esbirros sin patria. Y forman el cortejo todos quienes, despreciando el respeto sacrosantos a los DDHH, asisten al circo que se escenifica en la torturada Margarita. Los presos políticos no les dan la bienvenida.

Antonio Sánchez García 
@sangarccs



“Cuando esta guerra se acabe, empezará para mi una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero.”
Fidel Castro a Celia Sánchez, Sierra Maestra, 5 de junio de 1958


            La irrupción del castrocomunismo en Cuba con el propósito de enfrentar a los Estados Unidos e imponer el socialismo marxista en América Latina – y en los países del llamado Tercer Mundo, si le hubiera sido posible – tiene más de sesenta años. Y no se requiere ser muy perspicaz para comprender que sobrevivirá a su creador, Fidel Castro, a su hermano, Raúl Castro, y a quienes designen sus herederos cuando les llegue la hora final, que no debe estar muy lejana. 

            Por lo visto, el castrocomunismo llegó para quedarse. Y a pesar de sus fracasos, pleamares y retiradas, sigue, incólume, en sus trece. La ya bíblica tozudez de su fundador es proverbial. Con una voracidad digna de un vampiro sobrevive, con un pie en el sarcófago,  a todas las contrariedades; moribundo absorbe todo aliento vivo de su entorno, como lo hiciera con Hugo Chávez,  a quien le chupara hasta la médula de los huesos, y no ceja en su empeño por imponer su dominio imperial hasta donde alcanza su ya débil mirada. Sus estruendosos fracasos son meros tropiezos. Amparado en la paciencia que proclamara José Martí, espera ver la hecatombe de su mortal enemigo: el capitalismo norteamericano. No cesará en el empeño hasta entregar su último aliento.

            La caída del Muro de Berlín, que sacudiera hasta sus cimientos a la Unión Soviética y sus países satélites, iniciara la implosión del comunismo y empujara al régimen cubano a la inanición, la hambruna y la peste, no fue óbice para que se sacara de la manga, auxiliado por todos los resabios del golpeado marxismo latinoamericano – con ayuda del trotskismo y su maniática revolución permanente - una vía alterna, encontrara atajos y desvíos y lograra imponer, contra todo pronóstico y expectativas, una satrapía en Tierra Firme, con cuyas riquezas se hiciera acompañar de gobiernos satélites en los principales países de la región. Gracias a la fortuna, que ha signado su existencia, logró extraerle a su máximo venerador en el lapso de una década la mítica suma de veintiséis mil millones de dólares, sólo en gratuitos envíos de petróleo. Sumados a colosales pagos por estrafalarios y fantasmagóricos servicios, esa suma puede llegar al medio centenar de miles de millones de dólares. En la antesala de la muerte fue asistido por ese, su nuevo ángel guardián: el militar venezolano Hugo Chávez. Al costo de su vida y la devastación y ruina del cuerpo social que le traspasara en ofrenda a su energía vital. Digno de la figura de Bram Stocker.

            Su porfía ha vencido al duro e implacable establecimiento republicano gracias a otra gratuita donación de la liviandad política de los demócratas: sin una sola contra prestación, Obama lo ha santificado. Y en un sorprendente giro de la historia, la cristiandad le ha entregado el Vaticano a un argentino, jesuita y de izquierdas, que ha corrido a ofrendarle sus respetos. Sabiendo Obama y Francisco, o pretendiendo no saberlo, que la guerra declarada por Fidel Castro contra los Estados Unidos, la democracia liberal y la sociedad de libre mercado sigue en pie y aún en mejores condiciones de que lo estuviera con Juan Pablo II o Ronald Reagan, no han trepidado en afianzar su tiranía. Dejando en la estacada, de paso, a la íngrima Venezuela. Absolutamente imperdonable. 

            Maquiavélico, flexible en la táctica e inflexible en la estrategia, apura el cáliz en Venezuela, en donde no piensa ceder un ápice, hasta cumplir un sueño tan viejo como su revolución: hacerla polvo, devastarla hasta sus cimientos y hacerla desaparecer del escenario de la política caribeña. Le asiste en sus empeños uno de sus esbirros sin patria. Y forman el cortejo todos quienes, despreciando el que debiera ser un respeto sacrosantos a los DDHH, asisten al circo que se escenifica en la torturada isla de Margarita. Los presos políticos no les han dado su bienvenida. Se irán como personas non grata.

Mientras tanto, acucia la crisis de las izquierdas en toda la región, acorrala a sus sectores democráticos, refuerza los intentos por recuperar el poder perdido en Brasil y Argentina y hunde sus garras en la carne flácida del socialismo chileno. Tiene la paciencia infinita de Job y las ansias mesiánicas de Moisés. 

            Muerto el Che, muerto Salvador Allende, muerto Marulanda, muerto Chávez, todos ellos después de haber servido con el sacrificio de sus vidas a su sobrevivencia material y espiritual, Fidel Castro sigue librando la guerra inconclusa contra los Estados Unidos y todo lo que ello significa: democracia, libertad, prosperidad. Cumple con un propósito juramentado en junio de 1958, hace cuarenta y ocho años: poner su vida al servicio de la guerra contra los Estados unidos. Es Saturno, el dios que se devora a sus hijos. Es Cronos, el Dios de la paciencia. Es Júpiter, el Dios tronante. Verá desde La Habana los embates bélicos del Estado Islámico y se sobará sus huesudas manos: no piensa morirse mientras viva la Europa liberal y la América anticomunista. Jura que tuvo razón. ¿Le daremos en el gusto?

lunes, 12 de septiembre de 2016

Bienvenidos los No Alineados de verdad

Brújula Diplomática
Bienvenidos los No Alineados de verdad.
Por: Milos Alcalay
Twitter: @milosalcalay
 
 
En momentos en que representantes de 120 Estados acudirán a Venezuela para participar en la XVII de Países No Alineados (NOAL),  sectores mayoritarios –hoy en manos de la oposición-  han formulado expresiones de bienvenida  a aquellos visitantes que comparten los ideales de Paz,  vigencia de los Derechos Humanos y  promoción de la Libertad contemplados en la formulación de la Conferencia de Bandung de 1955 que se inspiró en el pensamiento de  Mahatma Gandhi para evidenciar el compromiso de Estadistas históricos en defensa de principios rectores de la Carta de las Naciones Unidas.
Mientras los anfitriones inauguran una estatua del líder eterno frente  la sede del encuentro -que demuestra un primitivo culto a la personalidad- no tiene en cuenta la transformación del mundo. Hoy no existe la confrontación Este-Oeste porque el fin de la URSS terminó con la Guerra Fría. Tampoco está vigente la confrontación Norte-Sur que prevaleció algunas décadas después de la creación del Movimiento, ya que en vez de confrontación, en pleno Siglo XXI los países de la ONU entendieron que era necesario apostar a la Cooperación Sur-Sur y a la responsabilidad de la Cooperación Norte-Sur para poder enrumbar las metas del milenio y el desarrollo con Justicia Social Internacional.
Pero hoy surgen nuevas amenazas. Si bien las visiones populistas de un Trump son tan peligrosas como las de un Putin, al que se suma el drama de los refugiados en Europa; con la consolidación de un mundo multipolar, algunos países del tercer mundo representan un peligro tan o más grave ya que un sub-imperialismo cruel irrumpe como arma de dominación con claros intentos de destrucción planetaria a través del fundamentalismo y del terrorismo realizando violaciones de lesa humanidad genocida contra sus pueblos en una guerra de exterminio ideológica o religiosa. En América Latina hemos sufrido los embates de Gobiernos represivos que se creen eternos y que han aplastado a sus pueblos. La Cumbre de Porlamar es una oportunidad para concertar posiciones en relación con la aparición de la tentación de dominación totalitaria de esos Sub-Imperialismos.
Sería lamentable, si se desvía el sentido de la Cumbre con manipulaciones de Maduro y su nomenclatura, para “alinear” las conclusiones con un respaldo a su fracasada “revolución” que  desconoce a la voluntad mayoritaria de los venezolanos de vivir en democracia y alcanzar el progreso y el bienestar de todos. Para ello el Gobierno recurrirá a afirmaciones fantasiosas como las de “golpe de Estado” o intervención del Imperialismo Norteamericano y otras frases alejadas de la realidad que esconden el fracaso de un régimen totalitario, para luego ser utilizado por su maquinaria propagandística. Los NOAL dignos, deben apoyar a que el pueblo de Venezuela decida, sin interferencias externas, su propio destino como Nación. El pueblo venezolano espera de los visitantes que comparten su fe en el cumplimiento de los principios consagrados en la ONU, que nos ayuden a que logremos enrumbar el país hacia la Paz. Ese es el No Alineamiento verdadero.
 

Cacareo los arroja al Precipicio

Cacareo LosArroja al Precipicio

Por José Luis Centeno S.

Twitter: @jolcesal




Afloró como parte de su procacidad el 1-S.El “caserolgate”la posicionó como cháchara vulgar que tiene melosidades políticas y freudianas. Un modelo de temeridad en el ensañamiento, que es tragicómico. Por la víctima como por el verdugo. Una de las tantas expresiones alarmantes a las que pretendería acostumbrarnos el heredero y su camarilla narcocorrupta, a partir de la consideración delictual de cualquier expresión de la disidencia, proceder inherente a un autoritarismo creciente y avasallantesobre el cual “clava su garra la última y más menguada hora de un sistema en derrota”, como dijo Jóvito Villalba en 1935 anticipando el fin de la dictadura encarnada por “El Bagre”, y que traigo a colación a propósito del bigote que @NicolasMaduro debería poner en remojo, ahora que hasta su par, y conciudadano, colombiano, urge a realizar el RR este año. De la época, también cobra vigencia un verso del Poema “La Carretera” de Miguel Otero Silva:

Y hay en su voz y en sus palabras
un alarido justiciero.
Y más allá del horizonte
presiente el ímpetu de un pueblo
que ha de estallar gloriosamente…

Como la historia es cíclica, según Engels, tesis filosófica que deberían tener clarita estos neo socialistas por ser de uno de los pilares de su melcocha ideológica, nada sabios ellos, sino sabiondos, estaríamos ante el inminente cierre del ciclo histórico del chavismo, lo que ocurrirá más pronto que tarde como consecuencia de “una implosión del Gobierno por su ineficiencia para resolver los problemas más apremiantes de la gente o por su brutalidad en la represión del malestar popular”, según el periodista Edgar López, o porque“el principal conflicto en la Venezuela de estos tiempos… Es entre quienes defienden a un gobierno que utiliza la violación de derechos humanos como política de Estado y quienes están dispuestos a sacrificarse por impedirlo”, en opinión de Moisés Naín.

Indicios o tendencias del fin de esta narcotiranía están a la orden del día, no por ser realidades innegables son admitidas, y ahí esta Kant para recordárnoslo, infalible, como ha querido lucir recientemente el autócrata hablando de la demanda a Ramos Allup -siguiendo el mismo esquema empleado por Escarrá para demandar a Hugo Chávez-, anunciando el allanamiento de la inmunidad parlamentaria, denunciando acciones desestabilizadoras o revelando una intentona golpista que fue motivo de chanzas para los diplomáticos convocados por la Canciller para informarles sobre tan deslucido ardid, que estuvieron a punto de usar en contra de los detenidos por el “caserolgate”, como hicieron con Goicoechea, Melo y supuestamente con casi un centenar de paramilitares colombianos detenidos a 500 mts de Miraflores-área que, por decreto presidencial, es “zona de seguridad”, responsabilidad absoluta de la Guardia de Honor o Casa Militar, tendría razón @rociosanmiguel: “Quizá esté agotado el Jefe de Casa Militar y Jefe de la Dirección de Contrainteligencia Militar por ejercer dos funciones al mismo tiempo”, si los detuvieron ahí, una vez emplazados en el lugar, es porquevulneraronesa“área de responsabilidad”, donde por cierto el 11-A actuaron francotiradores contra marchistas de la oposición-, no así con el periodistaBaulio Jatar, quien posiblementeenfrente un proceso penal por legitimación de capitales, mayor demostración de debilidad en un régimen, sería como pedirle a su Santidad, Francisco, que deje de implorar a Dios el cese de la crisis humanitaria en Venezuela, y todo por no admitir que van de salida, o como diría cualquier creyente, “va de retro Satanás”.

Con su cháchara, palabreo o cacareo, por demás chabacano, aspiraría ser visto como un bárbaro, no por lo brutal en el uso no democrático de la autoridad, percepción más extendida, sino por la connotación cubana dada a este término, no podía ser de otra manera, sería un estadista que se la está comiendo, cuando en realidad pulveriza hasta el legado de su padre putativo, acelerando así el fin del ciclo que busca extender conla prolongación de prácticas represivasque principalmentehacen mella entre sus propios seguidores, los peores agraviadosde la “revolución bonita”,aunque no sean víctimas de la violencia judicial “penal” recrudecida con la“contraofensiva popular revolucionaria” de  los demonios rojos… “¡Ave María Purísima!”

Cualquier información, comentario, desahogo o sugerencia por la dirección electrónica jolcesal@hotmail.com, el teléfono 0426.1529612 o por mi cuenta en Twitter @jolcesal

¿De dónde son los fascistas?

¿DE DÓNDE SON LOS FASCISTAS?

 "Las placas tectónicas de civilidad que cubrían y sofrenaban el magma de nuestra barbarie se han desplazado por el influjo sísmico del chavismo: ahora afloran a la superficie de nuestra vida en sociedad dejando al desnudo las tripas de nuestro salvajismo. Deslastrarse de ese mal endémico no será fácil. Será una tarea ciclópea. Dios nos auxilie en el intento."
Antonio Sánchez García 

Twitter: @sangarccs




         
   1 Para nadie que haya seguido mi militancia opositora, de la que diera pruebas desde mis primeros escritos periodísticos y entrevistas aparecidas en medios nacionales e internacionales a comienzos del siglo, recién encumbrado al poder el nefasto teniente coronel, y haya leído mis libros, desde Dictadura o Democracia, Venezuela en la encrucijada, aparecido a comienzos del 2003 con el auspicio de jóvenes profesionales liberales que recién se integraban a la lucha anti chavista y de viejos y notables políticos e intelectuales venezolanos, forjados en la lucha contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, como Simón Alberto Consalvi, Pompeyo Márquez, Américo Martín y jóvenes recién incorporados a la lucha por la democracia, como Julio Borges y sus compañeros de la recién fundada PRIMERO JUSTICIA, ha sido un secreto mi proveniencia de izquierdas, mi ardorosa militancia en el MIR chileno, mi práctica académica en el post grado de filosofía dando a conocer a los fundadores del llamado socialismo científico y a los más grandes de sus intelectuales, como Antonio Gramsci, Rosa Luxemburg y Georgi Lukács. Como tampoco lo ha sido mi experiencia académica e investigativa junto a grandes pensadores de proveniencia marxista, como Herbert Marcuse y Jürgen Habermas, con quienes tuviera el altísimo honor de colaborar durante el tiempo que pasé en el Max Planck Institut, de Starnberg, Alemania a raíz de mi exilio tras el golpe de estado de Augusto Pinochet. 
           En esta tarea de emancipación teórica y práctica de la nefasta hegemonía derivada del estalinismo, que hiciera escarnio de la función crítica del marxismo originario y derivara en la fundamentación del llamado Diamat, el materialismo dialéctico convertido en religión de Estado del totalitarismo soviético y todas sus derivaciones, he hecho suficiente mención autocrítica de esa formación intelectual, a la que debo, no obstante, las formidables enseñanzas de la llamada Teoría Critica, creada por la Escuela de Francfort, fundada y dirigida desde fines de los años veinte y comienzos de los treinta del siglo pasado por Theodor Adorno y Max Horkheimer,   dos pensadores judeoalemanes a los que se deben los análisis más logrados y perspicaces sobre la Dialéctica de la ilustración, título de una de sus obras esenciales, análisis de la alienación producto del iluminismo y el profundo conocimiento de la llamada “personalidad autoritaria”, de la que hacen derivar el nazismo y el fascismo. Su tesis es de una abrumadora y aterrante simpleza: el progreso conduce inexorablemente hacia la regresión. La barbarie es más poderosa que la civilidad, la violencia que la razón.   
     
2 Recientemente hice mención tanto de la teoría críticacomo del marxismo en referencia a la caracterización del fascismo – un fenómeno jamás abordado en nuestro país como para desentrañar las profundas razones de la aparentemente insuperable influencia del pensamiento totalitario y proto fascista de izquierdas en nuestra región y que ha brotado con singular virulencia bajo la mascarada del “socialismo del Siglo XXI” – ante una pregunta que me formulara el periodista Jolguer Rodríguez en su columna Ping Pong de El Nacional. Ante su pregunta “¿de donde son los fascistas?” respondí: “Según la teoría crítica, de la ‘personalidad autoritaria’, según los marxistas observantes, del gran capital en su fase imperialista, según mi parecer, de la barbarie que subyace a la cultura.” (El Nacional, 3 de septiembre, 2016).

            Mi decisión de tocar e impugnar los temas que lastraran intelectualmente a nuestras generaciones y que han sido suficientemente encaradas por quienes, como Octavio Paz, en el pasado, y Enrique Krauze o Mario Vargas Llosa en el presente – dos de los más ilustrados y prominentes pensadores liberales de la actualidad – a quienes debemos una ardorosa defensa de nuestra causa libertaria y una implacable autocrítica sobre un período trágico de nuestra historia, abierto por acción del castro comunismo cubano y su versión guevarista – no ha tenido por objeto otra intención que delimitar los campos de responsabilidad que deben ser aireados y debatidos por la intelectualidad latinoamericana y, en particular, venezolana, ante los devastadores efectos de la entrega de nuestra soberanía al expansionismo cubano y el injerencismo de sus peones del Foro de Sao Paulo. Cuyos desastres ya comienzan a pasar factura en Argentina, en Brasil, en Perú y pronto lo serán en Chile, en Bolivia y en Ecuador.

             Por desgracia, dicha tarea emancipadora, que debiera llevarse a cabo “sine ira et studio”,  debe tener lugar en medio de nuestro ardoroso enfrentamiento cotidiano con el monstruo totalitario que anima en las entrañas del castrocomunismo venezolano, agravado tras ser anexionado por la tiranía cubana y su alianza espuria y delictual con los altos mandos de las fuerzas armadas y las fuerzas marxistas negadas a la aeración y debate de sus viejas y ya trasnochadas posiciones. Un loable esfuerzo iniciado con la ruptura epistemológica con el estalinismo soviético llevada a cabo por Teodoro Petkoff, muerta en ciernes. Y que debe ejercitarse, además, en un permanente enfrentamiento práctico con las desviaciones, errores y carencias de cultura y formación ideológica de una oposición que no termina por comprender la naturaleza totalitaria e invasiva del régimen y el peligro que enfrentamos, así como de aprehender en toda su amplitud y significado el feroz embate dictatorial y totalitario que nos abruma y – hélas – no deja de hacer mella en comportamientos inquisitoriales, gratuitos y difamadores de quienes creyéndose opositores carecen de la más elemental cultura intelectual o política, y creen que basta con el liviano manejo de las redes y la negación radical de un fenómeno que ni siquiera están en capacidad de desentrañar para contribuir a la victoria de las fuerzas verdaderamente liberales y democráticas. Que constituyen, bueno es decirlo, el músculo vital de las fuerzas opositoras. La tragedia de las crisis de excepción es que castigan por igual a amigos y enemigos, al decir de Carl Schmitt. 

           3  Si  mi tesis tuviera alguna relevancia, y tras del fascismo chavista se comprendiera el sustrato de barbarie que subyace a la formación sociopolítica venezolana desde los comienzos mismos de la formación republicana y la Guerra a Muerte y que, regurgitada, reciclada e inducida por las actuales autoridades, ha permitido el afloramiento de brutales prácticas de barbarie que parecían absolutamente superadas en el inconsciente colectivo nacional, nos encontraríamos ante un grave problema. ¿Cómo entender en un contexto que no de cuenta del brutal odio y enfrentamiento de clases propiciado por el castrochavismo, las brutales prácticas del horror hamponil que sacude a nuestra sociedad? ¿O es que las degollinas matarifes que comienzan a ser habituales, en una forma de sadismo, impiedad y crueldad aterradores, que van mucho más allá de conformarse con el asesinato de la víctima, que tras ser ultimada debe ser descuartizada para poner de manifiesto su absoluta animalidad, no son el reflejo del odio hacia los semejantes que piensen distinto a los detentores del Poder, tras del cual la narrativa del terrorismo de Estado sobre la oposición es práctica banal, corriente y cotidiana? ¿Quién comenzó esgrimiendo la amenaza de freír cabezas opositoras para despertar al monstruo adormecido de nuestra barbarie, de modo a asaltar el Poder con la benevolencia de quienes guardan en su inconsciente las pavorosas prácticas de tiempos salvajes? ¿Cuándo, en la Venezuela democrática que ya parece prehistórica, nos encontrábamos cabezas tiradas a las aceras o troncos descabezados en bolsas de basura?
            
Transitan por las redes imágenes espeluznantes, que van desde la orgullosa y sonriente exhibición de la cabeza del enemigo hasta cadáveres descabezados a los cuales se les ha tasajeado el abdomen para incrustar en él sus macheteadas cabezas. ¿Con qué otro fin que no sea la máxima exhibición de barbarie, el amedrentamiento del horror y la infinita crueldad de hampones sin principios, sin Dios ni Ley, que cuentan con la absoluta impunidad, incluso el respaldo de un gobierno más preocupado por castigar a la oposición que en combatir a sus socios del hamponato? ¿No es la lógica consecuencia de un régimen que ha hecho escarnio de los derechos humanos, de la justicia, del orden y la solidaridad? ¿No es el culto a la muerte del que se sirve el chavismo para mantener una mínima coherencia en su adoración a quien nos empujara a los abismos de la barbarie?

             Venezuela sufre de la más grave y terrible de las pestes de la modernidad: el fascismo marxista. Que comenzó como mera expresión de rechazo al poder de la democracia en crisis, siguió con un motín de cruentas e inútiles consecuencias, prosiguió con dos golpes de Estado que no encontraron repudio ni castigo, y no ha parado desde entonces hasta devastar todas las certidumbres, todos los hábitos de sociabilidad y todo respeto por los semejantes. Llevándose por delante décadas de cultura, civilización y progreso. Las placas tectónicas que cubrían y sofrenaban el magma de nuestra barbarie se han desplazado por el influjo sísmico del chavismo: ahora afloran a la superficie de nuestra vida en sociedad dejando al desnudo las tripas de nuestro salvajismo.

            Deslastrarse de ese mal endémico no será fácil. Será una tarea ciclópea. Dios nos auxilie en el intento.

¿Hacia dónde nos conduce la MUD?

¿Hacia dónde nos conduce la MUD?

Por: Gustavo Azócar Alcalá


 
Twitter: @gustavoazocara

Sólo quedan 4 meses para que concluya 2016 y el rancho sigue ardiendo. Con la estrategia de la polarización, y el cuento del gallo pelón, Nicolás Maduro pareciera estar a muy pocos pasos de lograr tres objetivos estratégicos que se propuso a comienzos de año: 1) impedir que haya referendo revocatorio. 2) impedir que haya elecciones de gobernadores y 3) impedir que se instale una Mesa de Diálogo con la Oposición.

Las obedientes “reptoras” del CNE ya dieron suficientes pistas para indicarnos muy claramente hacia dónde nos quiere llevar la revolución. Socorro Hernández dijo la semana pasada que “la recolección del 20% de las firmas se haría entre el 24 y el 30 de octubre”, mientras que Tania D´amelio afirmó que “el revocatorio se haría, en el mejor de los casos, 90 días después de que se verifique la recolección del 20%”.

Tomando en consideración las declaraciones de dos de las cuatro “reptoras” oficialistas del CNE, todo parece indicar que el gobierno ha ordenado retrasar el Revocatorio por lo menos hasta finales de marzo de 2017. Eso, claro está, si la MUD mantiene su lucha por la realización de la consulta a pesar de que ésta no se efectúe antes de que concluya el presente año.  La MUD pidió una fecha para la recolección de las firmas y ya se la dio, extraoficialmente, Socorro Hernández: del 24 al 30 de octubre. La coalición opositora también exigió una fecha para la realización de la consulta, y esa también se la dio, extraoficialmente, Tania D´amelio: 90 días después que se verifique el cumplimiento del requisito del 20%, es decir, luego que se compruebe que hemos recabado cerca de 4 millones de firmas, lo cual ocurrirá, si acaso, a finales del mes de noviembre o quizá a comienzos de diciembre de 2016.
El segundo objetivo estratégico de Maduro: impedir que se realicen elecciones regionales de gobernadores y diputados, parece ser ya un hecho. La MUD se la puso bombita al ex chofer del Metro de Caracas: no hizo lo que tenía que hacer para exigir que se llevarán a cabo esos comicios. Nicolás desea que en 2016 no se haga una sola elección, porque eso impediría que quedara evidencia física (en el papel, es decir, en votos) de que su gobierno no supera el 20% de popularidad y su administración no cargaría sobre los hombros, al menos por ahora, con otra derrota aplastante como la sufrida el 6 de diciembre de 2015. El muchacho que es llorón y la MUD que lo pellizca.
Mientras el gobierno avanza en su estrategia de evitar que haya referendo y elecciones regionales este año, la Mesa de la Unidad Democrática luce errática, sin saber a ciencia cierta qué hacer, convocando manifestaciones multitudinarias, que colapsan las calles y avenidas de las principales ciudades del país por unas cuantas horas, pero que concluyen en más de lo mismo: discursos de algunos líderes opositores sobre una tarima para después enviar a toda esa marea humana de nuevo a sus casas, con el cuerpo cansado, la piel quemada por el sol y las manos vacías.

Ese es el tipo de “oposición” que le gusta al gobierno. La que sale a protestar una vez a la semana y después se va a su casa. Duele decirlo pero es así: las contradicciones dentro de la MUD tienen “entrampada” a la oposición venezolana. Los factores políticos que integran la Mesa de la Unidad Democrática no pudieron ponerse de acuerdo a comienzos de año, en relación a cuál debía ser el camino más expedito para salir del gobierno de Nicolás Maduro. Recuérdese que cada partido propuso un camino distinto: referendo, enmienda, abandono del cargo, renuncia, constituyente, la partida de nacimiento, etc. En esas discusiones se nos fueron los primeros 4 meses de 2016. 

La MUD no exigió al CNE la realización de elecciones regionales de gobernadores porque tampoco había consenso entre los partidos que la integran. Unos querían elecciones regionales, otros no. Célebre es ya la frase del actual Presidente de la AN y máximo líder de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, quien declaró que “las elecciones regionales no son la prioridad”.

La última gran contradicción dentro de la MUD tiene que ver con respecto a si hay o no hay diálogo con el gobierno. Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López,   dijo que su marido si quiere dialogar con el ejecutivo. “Sí señor (…) De hecho él está esperando que vaya alguien del Gobierno a hablar con él, y lo ha pedido”, añadió.

La esposa del fundador de VP afirmó que “hoy no hay diálogo en Venezuela (…) pero ojalá se abra y veamos acciones contundentes de gestos del Gobierno para que todos los venezolanos digan que bueno el diálogo (…) De mi voz nunca vas a oír que digo ‘no’ a un diálogo, el diálogo siempre es importante y siempre hay que estar abierto a que se dé, además Leopoldo piensa igual, Leopoldo siempre me dice: es importantísimo dialogar”.

Enrique Márquez, vicepresidente de la Asamblea Nacional y dirigente de Un Nuevo Tiempo (UNT), señaló que su partido le propuso a la MUD aceptar el diálogo con el gobierno. “En lo personal, no tengo ninguna duda de que en una conversación franca, una que ponga por delante la solución de los problemas de los venezolanos, es positiva”.
Márquez, quien es la voz del preso político y ex gobernador Manuel Rosales, dijo que “necesitamos un diálogo para que pueda haber gobernabilidad para el futuro, si no hay un encuentro o mínimo entendimiento, el país no va a poder salir de esta situación calamitosa (…) Yo he recomendado a Ramos Allup que atienda la invitación del presidente Nicolás Maduro y vaya a hablar con él (...) yo sí creo que Henry debe reunirse con Maduro, colocando por delante el sufrimiento de nuestro pueblo”.
Henry Ramos Allup, presidente de la AN, consultado con relación a la posibilidad de dialogar con el gobierno de Nicolás Maduro, dijo que “entre matarnos y hablar, yo prefiero hablar (…) no hay exigencias para sentarse a dialogar y hay propuestas que las haremos cuando nos toque sentarnos a conversar".

Ramos dijo que "si nos ponemos a exigirnos cosas de parte y parte no va a haber diálogo (...) El que nos sentemos a dialogar con el gobierno no significaría que desistiremos del revocatorio. No dialogaremos con los pantalones en los tobillos (...) Parece que quien no quiere el diálogo es el propio gobierno, y tiene razón en no quererlo porque en un diálogo saldría completamente derrotado, no tiene una para ganar porque no tiene razón en nada”.
María Corina Machado, coordinadora del partido Vente Venezuela,  sostuvo que “el diálogo busca darle estabilidad a la dictadura (…) el ex presidente Zapatero cumple su rol como mediador de un proceso de diálogo que solo beneficia al Gobierno de Nicolás Maduro (…) el Gobierno busca ganar tiempo para impedir a toda costa que se realice el referendo revocatorio”.

Henrique Capriles, líder de Primero Justicia,  dijo que “nosotros (oposición) no vamos a perder tiempo en un diálogo que llama ahora Nicolás Maduro para ver cómo dilata el revocatorio (…) cuando hay hambre no hay tiempo, por lo que la ruta al revocatorio es el camino (…) No perdamos tiempo en los temas que no son importantes para el pueblo, ahora lo importante es buscar solución a la crisis y la salida a la problemática del país es el revocatorio”.
El gobernador del estado Miranda agregó que “un diálogo en Venezuela debe servir para respetar la Constitución y eso quiere decir que este año debe haber un proceso de referéndum revocatorio, porque es nuestro derecho (...) el país no está en condiciones para perder tiempo en un diálogo que no dé resultados, dado que la prioridad es superar la profunda crisis económica y social que atraviesa el país”.

Del lado del gobierno, Nicolás Maduro insistió en el tema del diálogo señalando que "estoy obligado a llamar a una rectificación a la oposición y a que se sienten a un diálogo político por la paz y la prosperidad del país; basta de insensatez, de violencia, de conspiración". Pero mientras llama al diálogo, Maduro ordena encarcelar a varios líderes de la oposición, entre ellos al diputado de Voluntad Popular por el estado Zulia, Léster Toledo; encarcela al director del portal Reporte Confidencial, abogado Braulio Jatar y al periodista de la AN, Alejandro Puglia y arrecia la persecución contra varios alcaldes, entre ellos David Smolansky. Es obvio que Maduro no quiere dialogar con nadie.

El vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, jefe de una de las tres facciones que dominan el gobierno, sostuvo que “ellos (la oposición) dicen que si no hay referéndum no hay diálogo, pues no habrá diálogo porque aquí no va a haber referéndum este año”.

Durante una gira por el estado Trujillo, Cabello aseguró que “ni en 2016 ni en 2017 habrá referendo revocatorio (…) En 2017, al paso que vamos tampoco habrá revocatorio aquí en Venezuela. La oposición dice ahora que si no hay revocatorio entonces no se dará el diálogo, pues nosotros decimos que no va a ver diálogo porque no habrá revocatorio”.

El ministro para la Defensa, Wladimir Padrino López ratificó el respaldo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a los esfuerzos que realiza el Gobierno Bolivariano en promover el diálogo y la paz entre los diversos sectores políticos del país. Padrino escribió a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, @vladimirpadrino,  que "la FANB acompaña al Presidente y Cmdte. en Jefe @NicolasMaduro, en su llamado al diálogo nacional para seguir transitando senderos de paz".
Termino estás líneas con la misma idea con la que comencé: faltan 4 meses para que termine 2016. El gobierno está a punto de lograr sus 3 objetivos estratégicos: evitar el referendo, evitar las elecciones regionales y evitar el diálogo. Tengo dos preguntas: ¿Cuáles son los tres objetivos estratégicos que se propuso lograr la MUD antes de que concluya el año 2016?  ¿Alguien sabe hacia dónde nos conduce la MUD?

SC. 12 de septiembre de 2016

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