lunes, 24 de abril de 2017

HIC RODHUS HIC SALTA : La verdad tiene su hora

HIC RODHUS HIC SALTA 
"Es la hora de la verdad. De la única verdad, que no hay otras: hay que derribar este régimen inmundo. Hay que aplastar esta fétida tiranía. Hay que recuperar la dignidad de Venezuela y volver a desplegar las banderas de la Patria. Sobre la virilidad y la pureza de una nación que se nos muere en los brazos. Basta de tartufos.”


                                        Antonio Sánchez García @sangarccs

Se agotaron las palabras, las ambigüedades, las colaboraciones, las medias verdades y las sutilezas. Se cerraron las vías de la evasión y la cobardía. Los cómodos refugios de quienes juran que no pero dicen que sí. Ese oasis especular de la añeja politiquería, del entretenimiento complaciente y la cultura guabinosa de quienes reposan a la sombra de las palmeras montando obras de teatro, entonando himnos, paseando sus comentarios por el éter o escribiendo sesudos comentarios culturosos. Buscándole la quinta pata al gato, para que sobreviva a la indignación popular.

Son quienes prefieran que el régimen caiga electoralmente en el 2030 o en el 2050, a que sea barrido hoy mismo por una insurrección popular que haga caída y mesa limpia. No para volver a levantar los tarantines estatólatras de la Cuarta que los vio nacer, sino para construir una democracia liberal capaz de acompañar la refundación de la Patria desde sus mismas raíces. Son los tartufos que asesoran y entretienen a quienes fueron incapaces de impedir el asalto de la barbarie y se han negado a encabezar una rebelión contra la tiranía. Los que aseguran que si Pinochet salió luego de ser derrotado en un plebiscito, ¿por qué no hacer lo mismo con Nicolás? Aún no se enteran que Pinochet no impidió el plebiscito y que Maduro se limpió el trasero con la invocación de Henrique Capriles. 

Llegó la hora de recordarles esa sarcástica expresión con que los clásicos latinos desnudaban a los farsantes y bravucones que iban encabezando sus cortejos de funámbulos y titiriteros tocando sus panderos y castañuelas por el Pireo, jurando que ellos podían brincar sin mayores esfuerzos las brazas y toesas con que los simples mortales los desafiaran: hic Rhodus, hic salta. Aquí está Rodhus, ven y brinca. Demuestra en la práctica si es verdad que puedes.

Antes de ayer condenaron las guarimbas y corrieron a arrodillarse ante el sátrapa. Fueron cómplices del asesinato de medio centenar de jóvenes venezolanos. Ayer se conformaron con elegir un parlamento que se mostró incapaz de impedir ser emasculado. Hoy cantan albricias porque el sátrapa promete elecciones regionales. Cualquier cosa, con tal de no enfrentar cara a cara a la tiranía, con tal de llegar a una componenda con narcotraficantes, asesinos y terroristas. De reavivar las brasas del fogón de la vieja politiquería. 

Es la hora de la verdad. De la única verdad, que no hay otras: hay que derribar este régimen inmundo. Hay que aplastar esta fétida tiranía. Hay que recuperar la dignidad de Venezuela y volver a desplegar las banderas de la Patria. Sobre la virilidad y la pureza de una nación que se nos muere en los brazos. Basta de tartufos.

Todo lo demás es cuento. La verdad tiene su hora.

lunes, 17 de abril de 2017

ELECCIONES REGIONALES LA GRAN TRAICIÓN

ELECCIONES REGIONALES LA GRAN TRAICIÓN 
PARTE 2

El segundo 19 de abril histórico de nuestra vida republicana. La segunda Independencia. La gran gesta liberadora del Siglo XXI. Dios está con nosotros. La verdad y la justicia nos avalan.

Antonio Sánchez García @sangarccs
A Nitu Pérez Osuna @nituperez
 
 
 
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El 14 de abril recién pasado el periodista Antonio María Delgado - adelgado@elnuevoherald.com -  publicó en el Miami Herald que “sacudido por la creciente presión social, el régimen de Nicolás Maduro está ofreciendo una tregua a la oposición venezolana, en un pacto secreto que incluiría permitir la realización de las elecciones regionales este año a cambio de que sus adversarios enfríen las protestas en la calle y dejen de acusarle de propinar un autogolpe.”

Además de ser un periodista extraordinariamente bien informado y a quien no cabe reprocharle intereses particulares en lo que acontece en Venezuela, la afirmación de Antonio María Delgado ni carece de fundamentos ni sorprende a quienes venimos protagonizando, analizando y opinando desde hace dieciocho años sobre los mecanismos de dominación del asalto al Poder por el golpismo militar y caudillesco venezolano y le grave división que afecta a la oposición venezolana, responsable de la carencia de una adecuada estrategia para enfrentar al que su inmensa mayoría no ha considerado más que como un mal gobierno y frente al cual prácticamente la unanimidad de sus miembros consideran perfectamente superable mediante elecciones que vayan disputándole “sus espacios”,  paso a paso y metro a metro, hasta lograr el desiderátum de sus copamientos y el natural, pacífico y constitucional desalojo del régimen.

Aquellos que han prevenido respecto de la naturaleza no sólo dictatorial, sino tendencialmente totalitaria del proceso incoado por el golpismo venezolano  desde el 4 de febrero de 1992 y más específicamente desde la conquista del gobierno por Hugo Chávez en 1998, resaltando su impermeabilidad a las presiones democráticas y su disposición a entronizarse en el Poder a la manera castrocomunista imperante en Cuba, han constituido una ínfima minoría, menospreciada y vilipendiada a saco por los políticos, comunicadores, asesores e ideólogos de los principales partidos del sistema y carecieron de poder en todos los partidos del nuevo sistema de dominación. Todos los partidos opositores, integrados primero en la Coordinadora Democrática y luego en la Mesa de Unidad Democrática, se han negado durante todos estos años a reconocer la naturaleza dictatorial del chavismo y se han plegado acríticamente a su decisión inconmovible de no enfrentarlo sino mediante la participación en los procesos electorales, rechazando abierta y decididamente el recurso a los artículos de la Constitución bolivariana que no sólo permiten la rebelión, sino que la hacen imperativa y obligante, en caso de que los gobernantes violen sus preceptos, como ha venido sucediendo sistemáticamente desde la misma instauración del gobierno. El constitucionaista Asdrúbal Aguiar contó más de cien de tales violaciones, perfectamente documentadas, muchas de ellas configurativas de verdaderos golpes de estado a la Constitución. Nadie pareció tomarlo en serio. Quienes lo hicieron, pasaron a engrosar el aquelarre de los malditos. Fueron despreciados y marginados como “radicales” por chavistas y demócratas de consuno. 

Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Avanzada Progresista, así como el aparato mediático de comunicadores, columnistas y bustos parlantes que los han secundado generosamente a lo largo de todos estos años, además de combatir a quienes mantuvieron dichas posiciones, no titubearon en acoplarse diligentes y obsecuentes a las determinaciones del ministerio de elecciones en que el régimen convirtiera al CNE. A todos cuyos miembros se les han vencido sus períodos de vigencia y ninguno de los cuales corresponde a las mínimas exigencias de la Ley Electoral, como no pertenecer a partido alguno. Se han conformado con proveer la quinta rueda: una figura ornamental sin ninguna otra capacidad ejecutoria que sumarse a los desafueros de la absoluta mayoría. Negándose a exigir se cumpliera con las determinaciones legales y constitucionales respecto de sus miembros y su respectiva y necesaria renovación. Confiados en el progresivo crecimiento de sus fuerzas electorales ante el sistemático desvalimiento del régimen, que llegaría a provocar la crisis humanitaria y las matanzas que han dejado un saldo propio de un conflicto bélico, han esperado por el natural envejecimiento de la dictadura y su auto implosión. Jamás impugnaron sus evidentes violaciones ni enfrentaron los fraudes sistemáticos a los que fuéramos condenados. Como fuera el caso de la derrota presidencial inducida de Henrique Capriles.

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El caso que rebalsó toda medida y vino a darle absoluta e irrebatible razón a los “radicales” , a quienes en una muestra de insólita mengua intelectual y moral militantes y dirigentes de Primero Justicia  responsabilizaron por la actual conformación del CNE al haber promovido la abstención del 2005, - lo que además de falaz fue una canallada, pues contando con la mayoría calificada la actual asamblea ha sido incapaz de modificarla -  fue el olímpico portazo dado a la celebración del Referéndum Revocatorio. Sin esgrimir una sola razón válida que no fuera el brutal ejercicio de la voluntad, la amenaza y la violencia del jefe de gobierno. Principal víctima de ese desplante tiránico fue el pueblo, pero indirectamente también lo fue Henrique Capriles, principal impulsor de la iniciativa y quien ya saboreara el amargo cáliz del fraude, cuando el mismo Maduro le arrebatara fraudulentamente su victoria electoral del 2013. Las elecciones de fines de ese mismo año supusieron una derrota opositora, frente a la cual la dirigencia electorera - vale decir: la MUD y sus partidos hegemónicos - decidieron bajar la testuz, volverse a casa y prepararse para las elecciones futuras, cualquiera ellas fueran. El régimen tenía pavimentado el camino, en principio hasta el 2019. Después, ya veríamos.

Desobedeciendo ese acuerdo de sumisión incondicional, mediante lo que fue en rigor un acto de soberanía política y decencia moral, Leopoldo López decidió apostar a la rebelión, protagonizando espiritual y moralmente al frente de sus seguidores - no lo pudo ser físicamente ya que el régimen en castigo a su desacato lo había encarcelado y lo condenaría como ejemplo emblemático de la muerte en vida que le esperaba a quienes no se plegaran a la voluntad omnímoda del régimen y sus conscientes o inconscientes colaboradores - la que he llamado “revolución de febrero”. El martirologio de medio centenar de jóvenes venezolanos y la soberbia rebelión protagonizada por el pueblo venezolano a lo largo y ancho del país, que espantara a la humanidad y terminara por demostrar urbi et orbi el carácter fascista y totalitario del régimen, permitió un vuelco de ciento ochenta grados en la correlación de fuerzas. La indignación popular no pudo ser represada sino con la quiebra de la voluntad de la MUD facilitada por quienes corrieron a dialogar con el régimen en abril del 2014, la primera gran traición, - los mismos cuatro partidos señalados anteriormente - y el llamado a elecciones parlamentarias para el 6 de diciembre de 2015. La reacción popular fue caudalosa, asombrando a tirios y troyanos. Y el régimen se vio obligado a aceptar su derrota. Pero no a reconocer el triunfo o a tolerarlo. De inmediato sacó sus últimas armas del baúl estratégico del castrocomunismo dictatorial gobernante: montar un instrumento seudo legal que anulara todas las decisiones de ese inédito Parlamento nacional, esperar para negarle toda competencia y en el momento oportuno cerrar sus puertas, encarcelar a todos sus miembros y gobernar por decretos presidenciales, siguiendo al pie de la letra el ejemplo de la Ley Habilitante del 23 de marzo de 1933 que le permitió a Hitler gobernar como un monarca absoluto hasta ser derrotado por los Aliados. Una dictadura sin Dios ni Ley.

Fue el descomunal error cometido por el dictador. Pues si los asesinatos del 2014 le habían mostrado al mundo la cara despótica y criminal del gobierno Maduro, la absurda e írrita decisión de su parapeto legal vino a confirmar su naturaleza estructuralmente dictatorial, antidemocrática y totalitaria de su régimen. La revolución de Febrero se continuaba con la revolución de Abril. En medio de ella nos encontramos.

Prácticamente caído, Nicolás Maduro no tiene más que dos opciones: volver a recurrir a su viejo truco electorero y quebrarle el espinazo a la MUD, plegada esta vez a las gigantescas e inéditas movilizaciones populares que exigen el desalojo del gobierno y elecciones generales para poder iniciar la transición hacia la democracia, en franco despliegue prerevolucionario,  ofreciéndole a cambio las regionales, a las que con casi absoluta seguridad se plegarán los conocidos de siempre que ya saborearan el néctar de la traición; y aplicar con toda su brutalidad la represión, la persecución, la golpiza de sus tropas de asalto y el asesinato de que son perfectamente capaces las tropas de élite que según firmes rumores están llegado desde Cuba a la rampa 4. Quebrar a los partidos de la oposición que no terminan por asumir a plenitud la rebelión contra la tiranía, por un lado; aplastar a la sociedad civil, por el otro. Una doble tenaza que ya ha comenzado a desplegarse con toda la virulencia e inhumanidad del caso.

El país se prepara a la gran movilización de mañana, que al parecer nada ni nadie podrá impedir. Y a la que el dictador - sátrapa parece decidido a enfrentar así sea al costo de un baño de sangre. Pero esta vez el mundo no tiene los ojos cerrados. La OEA y la mayoría de las grandes naciones del continente están expectantes ante los sucesos. Y la inmensa mayoría del pueblo venezolano parece dispuesta a llegar hasta sus últimas consecuencias.

El segundo 19 de abril histórico de nuestra vida republicana. La segunda Independencia. La gran gesta liberadora del Siglo XXI. Dios está con nosotros. La verdad y la justicia nos avalan.

Fraude Procesal y nulidad en la audiencia de presentación clandestina del General Ángel Vivas

Denuncian:
Fraude Procesal y nulidad en la audiencia de presentación clandestina del General Ángel Vivas



(Reporte especial Robert Alvarado.- Caracas 17/04/2017).- Este planteamiento fue hecho a raíz de las única declaración oficial emitida por el defensor del pueblo Tarek William Saab, sobre la Capitán de Corbeta, de quien se a especulado se encuentra en el SEBIN o en la Isla de la Orchila, quien manifestó el ex senador, ex constituyentista y miembro de la junta patriótica venezolana, Pablo Medina.
Medina nos afirma: Que el  Tribunal Primero de Control Militar a cargo de la Capitán de Corbeta Lorenza del Carmen Domínguez siguiendo instrucciones del Presidente de la Corte marcial General Henry Timaure Tapia y del defensor Público Militar General de Brigada de la Guardia Nacional Oscar Alfredo Gil Arias, simularon en este Tribunal una audiencia de flagrancia sin la garantía constitucional de ser asistido por un defensor de su confianza, ya que no se le permitió al Dr. José María Zaa, estar presente en este acto para conocer de las actas policiales y delitos imputados por lo que la jurisdicción penal militar con este proceder se ha viciado de nulidad absoluta en la audiencia de presentación celebrada el 08 de abril del 2017 sin la presencia de su defensor de su confianza.
 Según como lo expreso, a través de vía twiter  el defensor del pueblo el abogado Tarek William Saab, y como lo reitera Pablo Medina: Que suplantando a los defensores penales militares quienes no le dan la cara a los familiares para informarle el estado de salud, delitos imputados y sitio de reclusión del General Vivas, estamos ante una verdadera simulación de audiencia de flagrancia, sin defensor de confianza porque el General Oscar Alfredo Gil Arias no defiende los intereses de los imputados, si no que se plegó al fraude procesal  y al régimen tiránico constituyendo esto una violación  al derecho a la defensa contenida en el artículo 49 de la Constitución, y una nulidad absoluta de este acto irrito viciado de nulidad contrario a lo que se expresa en el artículo 174 y 175 del COPP, nulidades absolutas relacionadas con la asistencia del imputado, por lo que hago un llamado al General Henri Timaure Tapia, para que de oficio proceda sin dilación a anular la decisión inconstitucional que  privó al General Vivas el 08 de abril del 2017, el Tribunal Primero de Control Militar del Área Metropolitana; recalcando Medina en tono enfático quien  ha estado acompañando a los familiares en esta cruzada por la verdad y la justicia.
Finaliza esta entrevista el dirigente político nacional y miembro de la Junta Patriotica diciendo: Que la audiencia de presentación ante el Tribunal Primero de Control Militar es nula e inconstitucional y la misma confirma que la justicia penal militar es un circo cubano que viola el artículo 49 de la Constitución y el articulo 174 y 175 del COPP al juzgar por lo expresado por el defensor del pueblo, ya que el General Vivas fue presentado el 8 de abril del presente año ante este Tribunal, después de haber sido aprehendido arbitrariamente, secuestrado, torturado, sembrado y que se simulo una audiencia de presentación ya que estamos ante una situación ante una audiencia de presentación inconstitucional e ilegal por no haberse realizado con defensa técnica de confianza  como lo quería el General, lo cual es violatorio del derecho a la defensa y evidencia la simulación de audiencia y juicio que ocurre en el ámbito civil y militar en el país, por lo que los actores de este teatro bufo son presidente de la Corte Marcial, Juez Primero Militar, Defensor del Pueblo, defensa pública gratuita militar impuesta constituye la más vergonzosa simulación de juicio que se allá realizado en la jurisdicción penal militar en nuestro país.       

Firmeza y Prudencia para la marcha del miércoles

                          Firmeza y Prudencia para la marcha del miércoles

                                                           Editorial



El régimen sumergido en el infierno de sus miedos MIGUEL HENRIQUE OTERO N o se había producido como en este momento que el régimen fuese afectado, en una misma etapa, por tantos miedos de forma simultánea. Ahora mismo, en el alto gobierno, nadie se escapa. Están todos aterrorizados. Atravesados por los miedos más diversos. Si alguien se pregunta cuál es el estado de ánimo del poder en Venezuela, la respuesta es inequívoca: canguelo generalizado y en aumento. Le temen a lo que está sucediendo en las calles del país, ahora mismo tomadas por la lucha de los ciudadanos. Le temen al cambio demográfico que se ha producido entre quienes protestan: marchas y concentraciones se han llenado de jóvenes, que han salido a reclamar su derecho a un mejor futuro. Temen a la rabia de las personas, que han decidido revolverse en contra de la escasez y la infl ación galopante. Temen a la extendida volatilidad del ambiente en Venezuela: cualquier incidente puede ser la chispa que desate el derrumbe. Temen a lo que vendrá, después de que se produzca el cambio. Temen, como lo escribí la semana pasada, a que no se les incluya en la lista de los que podrán huir a Cuba, cuando los aviones despeguen desde La Carlota. Temen, los civiles, que los generales privilegien a los suyos, una vez que Raúl Castro ha dicho que el número de funcionarios que serán acogidos será muy limitado. Temen a los montos en moneda dura y efectivo que tendrán que pagar, para lograr un cupo en los aviones. Basta verles los rostros con atención: los de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, los de Maikel Moreno y Tibisay Lucena, los de Padrino López y Tareck El Aissami, los de Reverol y Jorge Rodríguez son los rostros del miedo. Todos los capos del régimen están asustados. Oigan a Tarek William Saab, a Aristóbulo Istúriz y a Elías Jaua: les tiembla la voz cuando hablan. Ante las cámaras de televisión, titubean. Se quedan colgados. Les preguntan una cosa y no atinan a dar una respuesta convincente. Pero el miedo más intenso y recurrente es, paradójicamente, el menos visible: se temen a ellos mismos. Ninguna emoción es más potente que el recelo y las sospechas que sienten entre unos y otros. Las mutuas prevenciones entre Maduro y Cabello se han multiplicado en el seno del alto gobierno de forma exponencial. Todos recelan de todos. Se descalifican. Se señalan los unos a los otros de tener la mayor alícuota de responsabilidad en el descalabro. El alto gobierno es como una pequeña pecera infernal, donde todos sospechan de todos y donde todos respiran y tragan la misma hipocresía. Las expresiones de solidaridad no son sino simulación. Los intercambios son de odio. Ocurre lo mismo que en las bandas de delincuentes: apenas alguien se distancia, la maledicencia toma el control. Este estado de creciente desconfianza deriva en dos prácticas: se vigilan y espían entre ellos. No hay alto funcionario del gobierno que no haya sido grabado. Lo asombroso de esas grabaciones es lo que unos dicen de otros. Predominan dos temas: corrupción y traición. Mientras mayor es la proximidad al entorno presidencial, las acusaciones son más graves. Los montos más estrambóticos. Las prácticas, más descaradas. Entre civiles y militares se estaría librando una lucha encarnizada por los últimos contratos. Los civiles rojos acusan a los uniformados rojos de no querer compartir nada. El otro factor, a la vez fuente de miedo y de señalamiento, es la traición. La traición puede adquirir varias formas: que Maduro tire la toalla, que Padrino López se alce con todo, que Diosdado incite al caos a través de los colectivos, que haya diputados del PSUV que dejen de serlo y se vuelvan independientes, que haya magistrados que se rajen a última hora. La versión del saludo militar que, a modo de chiste, hacen los oficiales de Casa Militar, es significativa: "Chávez vive, la traición sigue". En las últimas semanas los miedos se han intensificado. La idea inicial, de que con Trump la presión podría aliviarse, ha cambiado: ahora el terror se consolida. El miedo lo ocupa todo. El recelo ha invadido el trato que se dispensan entre los altos jerarcas. Hay funcionarios, aterrorizados por el peligro que representa ser parte de un narcogobierno, que han enviado mensajes a instancias internacionales con el objetivo de dejar en claro que no todos los ministros están involucrados. Son decenas los funcionarios que ahora mismo quisieran saltar de la pecera, agobiados por el ambiente interno y por el estado del país. Mientras llega el final, la vigilancia mutua se desborda, las horas de grabación se multiplican, el insomnio se convierte en la enfermedad del régimen.

sábado, 15 de abril de 2017

ELECCIONES REGIONALES: LA GRAN TRAICIÓN

ELECCIONES REGIONALES: LA GRAN TRAICIÓN

Jamás las circunstancias fueron más positivas y favorables a la causa de la Libertad. Huérfano de todo respaldo y carente de medios como para aumentar aún más la represión y hundirnos en un baño de sangre, situado entre la espada y la pared, el régimen vuelve a asomar las ofertas de diálogo y promesas electorales. Pero esta vez no cuenta con su poder de encantamiento. ¿Logrará arrastrar una vez más a los sectores proto chavistas que lo han auxiliado en el pasado? Es la gran interrogante del momento. Henry Ramos Allup, Julio Borges, Manuel Rosales, Henry Falcón y Freddy Guevara tienen la palabra ¿Traicionarán la causa de Venezuela? 
Es la pregunta que domina el escenario nacional.

Antonio Sánchez García 
 
 
 
 
@sangarccs
 
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Quienes vivimos desde el interior de la Coordinadora Democrática el descomunal fraude del 15 de agosto de 2004, que abrió los portones de Venezuela a la más dolorosa y monumental de sus tragedias, difícilmente podíamos aceptar un hecho de fatales consecuencias: Chávez había montado un sofisticado sistema electoral electrónico basado en el engaño y desconocimiento de la voluntad popular y montado en esa maquinaria, podría entronizar un régimen dictatorial neo fascista, que le permitiría reelegirse él y reelegir a los suyos según su suprema voluntad. Montaría de esa guisa la primera dictadura totalitaria perfectamente disfrazada de democracia directa en la turbulenta historia de las dictaduras de América Latina. Aunque necesitaría de dos ingredientes irremplazables: la tolerancia de la comunidad internacional y la complicidad de las élites políticas heredadas de la Cuarta República o nacidas bajo el seno del régimen y prontas a pasar bajo las horcas caudinas de Tibisay Lucena y Jorge Rodríguez.

Entre el 2004 y el 2013, fecha de su muerte acaecida en La Habana, pudo disfrutar de ambos respaldos. Y legarle a su heredero y sucesor, Nicolás Maduro, la claves maravillosa de dicha maquinaria electrónica. La gallina de los huevos de oro. Respaldado por los dos secretarios generales de la OEA - César Gaviria y José Miguel Insulza - y los sucesivos gobiernos regionales coordinados por la Habana mediante el Foro de Sao Paulo, se convirtió en el campeón electoral de América Latina. Bajo la fórmula maravillosa de la legitimidad de origen, pudo burlarse cuanto quiso de la tristemente célebre “legitimidad de desempeño”. La fastuosa renta petrolera le permitió comprarse la voluntad y aquiescencia de todos los poderes, gobiernos, parlamentos y personalidades internacionales necesarios, desde el ex presidente Jimmy Carter y su Fundación Carter, generosamente aceitada, a primas donas de Hollywood como Sean Penn, Danny Glober y Oliver Stone, a los organismos creados ad hoc - UNASUR, ALBA - para legitimarle el régimen autocrático y dictatorial que fue montando con la clásica habilidad hitleriana: desmontando tuercas y pernos del andamiaje que sostenía al sistema de dominación liberal democrático a vista y paciencia de sus víctimas para montar un régimen dictatorial plebiscitario. La renta petrolera no sólo le permitió corromper a la región y poner aliados o alimentar hambrientos y corruptos gobernantes en la cumbre de las naciones hermanas - Kirchner en Argentina, Lula en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Uruguay, José Manuel Zelaya en Honduras, sin hablar de las republiquetas caribeñas postradas a sus pies a cambio de la limosna petrolera -: le permitió mantener contenta a la población de más bajos recursos, satisfacer la voracidad de la burguesía mercantilista, pudrir los altos mandos militares, comprarse todos los medios y cerrar el círculo de la dominación.

Jamás ocultó su propósito de montar una tiranía idéntica a la castrocomunista: proclamó urbi et orbi estar conduciendo el país hacia la isla de la felicidad cubana desde el comienzo mismo de su mandato. Sin provocar el menor escándalo en una oposición de utilería. Y aclamó su delirante y enfebrecido amor por el comandante supremo con términos que, leídos hoy, provocan náuseas: “Navegamos el Carrao. No sé que tiene Fidel en el dedo, que metió el dedo en el agua desde la curiara lo sacó y me dijo dieciséis grado, un termómetro, y calculó a pepa de ojo, la altura de un Tepuy que estaba, y dijo ese Tepuy esta a tres mil quinientos metros y la altura debe ser de ochocientos y parece que no se equivocó. Calculó la profundidad exacta por el Caroni, una vez que sale del Guri y como es que éste echa agua y alimenta a esta otra represa, cual es la potencia que se disminuye, etc.” Datos que cualquier allegado puede encontrar en las guías turísticas de cualesquiera de los hoteles de la región. Ante tanta y tan obscena, escandalosa y dudosa entrega, Fidel comenzó de inmediato a calcular cuánto cobraría por efecto del terremoto sentimental que sus poderes de seducción causaban en su delirante discípulo: “Anoche, hasta las cuatro de la mañana, estaba calculando cuanto costará un televisor para cada aula de cada escuela cubana, para que todos los niños tengan acceso a estos servicios elementales y ¿cuantos maestros Cuba va a tener? y ¿cuanto habrá que pagarles? A cada uno. Todo eso lo calculábamos, bueno él.” Para Venezuela, nada. De ese tórrido romance salió el cálculo redondeado: cinco mil millones de dólares anuales - “ni un centavo más”, agregó Fidel “que la gente se acostumbra y aburguesa”. Y cien mil barriles diarios de petróleo. Si hubiera pedido diez o quince mil millones de dólares, Chávez se los hubiera dado encantado. Ninguna razón para no dudar que tras de esas palabras y esos besos que le lanzaba al Iluschin en el que Castro salía de la rampa cuatro, latían deseos indecentes dignos del Oráculo del Guerrero, su lectura de cabecera favorita. Boris Izaguirre dixit.

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Por ese entonces, los descuartizados partidos del viejo sistema político no terminaban de levantar cabeza. AD, eje hegemónico y vertebral del viejo sistema, como lo reconoce su máximo líder a quien quiera preguntárselo, era, literalmente, un basural abandonado. Hubo que poner en alquiler su mejor anexo para saldar las monstruosas cuentas de teléfono y poder disponer de un medio con que comunicarse con las otras tribus en desbandada. Copei no se recuperaría jamás. De todas esas ruinas surgirían mini reproducciones de los modelos colapsados e irreparablemente aniquilados, algunos retocados y mejorados, como Primero Justicia. Pero antes de que pudieran observar el panorama desde sus reconstruidas casamatas, el régimen había adquirido dimensiones monstruosas. El cáncer había hecho metástasis y Venezuela era una dictadura castrocomunista sin compón. Si Chávez no se muere, aún sin los milagrosos ingresos petroleros, seguiría mandando. La mortal enfermedad del caudillismo populista carcomió la médula espinal de la otrora orgullosa y liberadora provincia liberal y democrática. Todas las instituciones habían sido invadidas y copadas por el chavismo. Las fuerzas armadas - las mismas que persiguieran, aniquilaran y humillaran a las invasoras guerrillas castrocomunistas cubanas dirigidas por Ulises Rosales del Toro, Tomás Menendez “Tomásevich” y Arnaldo Ochoa Sánchez, entre otros -   entre los años 1966 y 1968 - habían terminado convertidas en guarida de hampones y narcotraficantes sin Dios ni Ley. Salvo los pozos petroleros, esquilmados, exangües y destrozados, a fines del 2013 comienzos del 2014 Venezuela no valía un centavo. Se había cumplido a la letra la pesadilla anunciada de Uslar Pietri - una manada de bárbaros primitivos y salvajes chupando hambrientos de las ubres de una vaca horra - y el sueño de Fidel Castro - humillar la Venezuela heroica hasta convertirla en un estropajo - estaba a punto de cumplirse.


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El secreto instrumento de esa degradación a los infiernos no fue otro que una oposición pusilánime, obsecuente e incapaz de asumir la lucha contra la dictadura por todos los medios que le concede la Constitución - particularmente los artículos 333 y 350 -  dispuesta a cobijarse en el primer resquicio que le ofreciera el régimen para capear el temporal, en la no oculta esperanza de esperar a la definitiva extenuación de la dictadura para recibir sus despojos como premio a su paciencia. Negándose a reconocer que esa recompensa era completamente ilusoria pues esa degradación no era solamente el producto de la monumental y feérica incompetencia de los herederos del fallecido caudillo, un Deus ex Machina irreemplazable, sino que le era perfectamente útil a la tiranía castrocomunista perseguida por el chavismo desde su mismo nacimiento y a cuyo cumplimiento fuera comisionado por Fidel y Raúl Castro en medio de la agonía del caudillo. Sobre esas ruinas, así argumentaban y continúan argumentando los sátrapas y cipayos que nos desgobiernan, podría construirse la sociedad perfecta: Cuba versión número 2. Se lo dijo con esas mismas palabras el entonces ministro de Planificación Jorge Giordani al presidente de PDVSA, general Guaicaipuro Lameda al comienzo mismo del gobierno de Hugo Chávez. 

Controlar electoralmente al país, acomodar a una oposición obsecuente, discutidora y leguleya en una sección del sistema de dominación - como hicieran las dictaduras satélites de la Unión Soviética -, mantener un organigrama electoral de estricto cumplimiento que, además de disfrazar la dictadura de democracia,  permitiera drenar el descontento y mantener permanente ocupados a los partidos opositores y perseguir y encarcelar a los disidentes que se negaran a pasar por el aro del régimen: ese fue el modelo estratégico de dominación mantenido y legado a Nicolás Maduro antes de su muerte por el mismo Hugo Chávez. Se le cruzaron en el camino tres imponderables que echaron por tierra ese proyecto y provocaron la feroz crisis humanitaria y de dominación que hoy sufrimos y nos tiene al borde de una insurrección popular de incalculables consecuencias: se derrumbaron los precios del petróleo, Leopoldo López se desmarcó de la MUD para liderar una auténtica insurrección popular que sacudió el régimen hasta sus cimientos y desnudó ante el mundo su naturaleza dictatorial, criminal y totalitaria, viéndose el régimen obligado, finalmente, a llenar sus mazmorras con perseguidos políticos, incluyendo al mismo Leopoldo López y Antonio Ledezma. Las fuerzas represivas militares y paramilitares - como ya es sistema - asesinaron medio centenar de jóvenes en el curso de las protestas del año 2014 y la Iglesia terminó por situarse junto a los sectores más duros e intraficables de la oposición, montando un auténtico muro de contención espiritual contra la tiranía.

Uno de los resultados residuales de la conmoción y toma de conciencia nacional provocada por la llamada SALIDA, fue la imposición de elecciones regionales en diciembre del 2014, cuyos resultados el régimen y sus fuerzas armadas se vieron en la obligación de aceptar: la obtención de la mayoría absoluta por los candidatos de los partidos opositores y la inmediata conformación de un espurio e inconstitucional Tribunal Supremo de Justicia con la misión de convertir a la Asamblea Nacional en un artilugio de utilería, hasta pretender anularlo, pasándole todas sus atribuciones directamente a Nicolás Maduro. El clásico golpe de Estado institucional contra la constitución, que conmoviera a la opinión pública internacional. 

Pero todo ello tuvo lugar en medio de la emergencia de un inesperado protagonista en el campo internacional: el uruguayo Luis Almagro asumió la Secretaría General de la OEA, con el claro y definido propósito de restablecer la vigencia de la Carta Democrática y oponerse frontalmente a los desafueros dictatoriales del gobierno venezolano. Acompañado en su labor por otro cambio de consecuencias telúricas: la caída de los gobiernos del Foro de Sao Paulo, particularmente de Argentina y Brasil, el ascenso al poder del Perú de un demócrata de corte liberal y el sacudón que parece arropar a toda la región. Un ciclo, abierto con el golpe de Estado de Hugo Chávez en 1992 y consolidado con la conquista electoral del gobierno de Venezuela, llegaba a su fin. Esta vez no eran los demócratas venezolanos quienes estaban solos. Era el régimen.

Este año 2017 se ha abierto con el resurgimiento del protagonismo popular y democrático de las masas venezolanas, que plenamente consciente de la naturaleza dictatorial del sistema y de su repertorio de trampas y celadas electorales se niega a volver a someterse a las horcas caudinas del CNE, ha decidido asumir directamente la conducción de las luchas de liberación y exigir el desalojo inmediato de la dictadura, la liberación de los presos políticos y el inicio de la transición hacia la democracia del Siglo XXI. 

Estamos a un paso de lograrlo. Jamás las circunstancias fueron más positivas y favorables a la causa de la Libertad. Huérfano de todo respaldo y carente de medios como para aumentar aún más la represión y hundirnos en un baño de sangre, situado entre la espada y la pared, el régimen vuelve a asomar las ofertas de diálogo y promesas electorales. Pero esta vez no cuenta con su poder de encantamiento. ¿Logrará arrastrar una vez más a los sectores proto chavistas que lo han auxiliado en el pasado? Es la gran interrogante del momento. Henry Ramos Allup, Julio Borges, Manuel Rosales, Henry Falcón y Freddy Guevara tienen la palabra? ¿Traicionarán la causa de Venezuela? Es la pregunta que domina el escenario nacional.

viernes, 14 de abril de 2017

MENSAJE DEL FRENTE INSTITUCIONAL MILITAR A LA GUARDIA NACIONAL DE VENEZUELA

FRENTE INSTITUCIONAL MILITAR
 
Asociación civil de militares retirados
Caracas-Venezuela
 
frentemil2@gmail.com, FB: Frente Institucional Militar,FIM, @frentemil


COMUNICADO DEL FRENTE INSTITUCIONAL MILITAR
MILITARES RETIRADOS ENVÍAN MENSAJE FRATERNO E INSTITUCIONAL A LA GUARDIA NACIONAL DE VENEZUELA

Nosotros, los abajo firmantes, militares integrantes del Frente Institucional Militar (FIM), nos dirigimos respetuosamente a nuestros compañeros activos de la Guardia Nacional de Venezuela en la ocasión  de las graves violaciones de Derechos Humanos ocurridas en las recientes protestas  y movilizaciones en Caracas y en algunas ciudades del interior.
A comienzos de agosto del remoto año de 1937, el General en Jefe Eleazar López Contreras creó y fundó la Guardia Nacional de Venezuela para llenar un gran vacío en lo referente a la Seguridad Integral de la República. La Institución demostró con el andar del tiempo, su recia capacidad de lucha y sacrificio para realizar con éxito su complejo y arduo trabajo cotidiano, como valiosa e importante cuota de contribución amplia y devota, dinámica y constante al bien común de todos los venezolanos.
En el trajinar de sus hombres y mujeres por las diferentes unidades de la Guardia Nacional, fue constante y reconocida su proverbial  lealtad a la institucionalidad republicana, su alta moral y su tradicional mística al servicio de la patria. El honor, que fue, es y será su Divisa,  es un gran símbolo en la  conciencia de sus efectivos.
La colectividad venezolana por su parte hizo suya la Guardia Nacional  como identidad inseparable de su patrimonio espiritual y humano. Dispersa a todo lo largo y ancho de nuestra geografía, en cada puesto, por más lejano e inhóspito  que se encontrara, al amanecer de cada 4 de agosto se recordaba el sagrado deber de nuestra institución para con Venezuela, sus instituciones y su pueblo.
Hoy la patria atraviesa una severa crisis de democracia, de libertades y de gobernabilidad, con todas las graves y profundas consecuencias que ello implica. Como lo ha señalado la Doctora Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República, se ha roto el hilo constitucional y por consiguiente hay un precario Estado de derecho. Ante este complejo panorama el pueblo, único poseedor legítimo de la soberanía popular ha actuado en el marco de la norma constitucional para restablecer el orden y la vigencia de la misma, tal como lo pauta el artículo 5, en concordancia con los artículos 19, 57, 63,130 y muy especialmente los artículos 333 y 350 de la Carta Magna.
Por tradición, la Guardia Nacional ha sido siempre respetuosa de la Constitución Nacional y de nuestro pueblo. De allí que pensemos que nuestra Institución debe conducirse dentro del más exigente respeto de los derechos humanos, y no puede continuar siendo el sostén pretoriano de parcialidades políticas que actúan al margen de la justicia. La Guardia Nacional  no puede seguir por el camino espinoso y equivocado que la lleve al desprestigio y hasta el odio de la población, que solo clama y lucha por la paz verdadera, su bienestar, calidad de vida y libertades.
Es el momento de oír a nuestro pueblo: cada día tiene que enfrentar el hambre y la muerte como consecuencia de la ineficiencia de un régimen que, en medio de la corrupción y el despilfarro, dilapidaron miles de millones de dólares provenientes de los altos precios del petróleo. Ésta verdad debe hacerlos a ustedes rectificar. Es el momento oportuno para hacerlo. Recuerden su juramento de servir a la patria y a sus instituciones hasta perder la vida. La Guardia Nacional debe cesar, de una vez por todas y para siempre, esa triste y vergonzosa tarea de reprimir a nuestros hombres y mujeres, que solo exigen pacíficamente la atención de las autoridades y el restablecimiento de la democracia y del Estado de derecho. Recuerden de manera especial a la juventud venezolana, que ha sido atropellada, vejada y lesionada por cumplir con un sagrado deber ciudadano, el de defender las instituciones, la democracia  y tener derecho a un mejor futuro.
Esta es una reflexión cordial y respetuosa, pero categórica para todos y cada uno de los Guardias Nacionales, especialmente dirigida al alto mando y a todo el cuerpo de generales, para que recapaciten y actúen de manera irreprochable, correcta y justa, sin atender a intereses bastardos ajenos a nuestra historia de sacrificio y servicio a Venezuela y a nuestro pueblo.
 
Apreciados compañeros de la Guardia Nacional: 
Venezuela espera de ustedes una reacción pronta y favorable, apegada a sus responsabilidades y deberes constitucionales e institucionales para bien de la patria, y de nuestra Guardia Nacional

Caracas, 13 de abril de 2017

Por el Frente Institucional Militar, firman:

Vicealmirante Rafael Huizi Clavier.(Presidente del FIM)
General de Brigada (Ej.) Teodoro Díaz Zavala. (Vice-presidente del FIM)
Coronel (Ej.) Rubén Darío Bustillos Rávago. (Secretario de Organización)
Coronel (Ej.) Luis Enrique Sucre (Representante del Ejército)
General de Brigada (GN) Simón Figuera Pérez. (Representante GN)
Capitán de Navío Pedro Rafael Betancourt. (Representante de la Armada)
Coronel (Av.) Ángel Rodríguez Campos. (Representante de la Aviación)

General de División (Av.) Manuel Andara Clavier (Ex Presidente del FIM)
General de Brigada (Ej.) Juan Antonio Herrera Betancourt (Ex Presidente del FIM)
General de Brigada (GN) Miguel Aparicio Ramírez (Ex Presidente del FIM)

General de División (Av.) Raúl Ramón Morales
General de División (Ej.) Vicente Luis Narváez Chourión
General de División (Av.) Maximiliano Hernández Vásquez
General de División (GN) Luis Felipe Nery Arrieta Ávila
General de División (GN) Landis Ferreira Zambrano
General de División. (Ej.) José Antonio Olavarría Jiménez
General de División (Ej.) Andrés Medina Torcat
General de División (Av) Julio García Pino
General de División (Ej.) Simón Luis Virgilio Tagliaferro
General de División (Av) Justo Evaristo Saavedra
General de División (GN) Enrique Prieto Silva
General de División (GN) Marcos Pacheco Melgarejo
General de División (Ej.) Alfonso Romero Romero
General de División (Ej.) Adolfo Tovar Salas
Vicealmirante Julio Lanz Castellano
Vicealmirante Andrés Eduardo Brito Martínez
General de División (GN) José Barrios Durcey
General de División (Ej.) Carlos Julio Peñaloza
Vicealmirante Antonio y Pérez Criollo
General de División (Av.) Jesús Hung Abreu
General de División (Av) Antonio Morales González
General de División (Ej.) Fernando Ochoa Antich
Vicealmirante Freddy Mota Carpio
General de División (Ej.) Oswaldo Sujú Raffo
Vicealmirante Rafael Bertorelli Moreno
General de División (Av.) Iván Darío Jiménez
General de División (Ej.) Jorge Tagliaferro De Lima
Vicealmirante Radamés Muñoz León
General de División (Av) Freddy Yánez Méndez
General de División (Ej.) Rafael Montero Revette
Vicealmirante Mario Iván Carratu Molina
Vicealmirante Carlos Ramos Flores
Vicealmirante Jesús E. Briceño García
Vicealmirante Efraín Díaz Tarazón
General de División (Ej.) Raúl Salazar Rodríguez
Vicealmirante Julio Chacón Hernández
General de División (Av.) Vladimir Filatov Riabkov
General de División (GN) Rafael Damiani Bustillos
General de División (GN.) Félix Cáceres Pinzón
Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez
General de División (GN) Luis Camacho Kayruz
General de División (Av. Regulo Anselmi Espín
General de Brigada (Ej.) Evelio Gilmond Báez
General de Brigada (Ej.) Camilo Vethencourt Rojas
General de Brigada (Ej.) José Gregorio González Rodríguez
General de Brigada (GN) Antonio Contreras Escalante
General de Brigada (GN) Raúl Cepeda
General de Brigada (Av.) Mariano Márquez Oropeza
General de Brigada (Ej.) José Alberto Osorio García
General de Brigada (GN) Humberto Seijas Pittaluga
Contralmirante Ricardo Hernández Hernández,
General de Brigada (Ej.) Gustavo Salas Paredes
General de Brigada (Ej.) José E. Godoy Peña
Contralmirante Luis Moreno Zambrano
General de Brigada (Av.) Balbino Silva Granados
General de Brigada (GN) Domingo Rojas García
General de Brigada (GN) Gilberto Mayorca 60
General de Brigada (Ej.) Raimundo Guisandes López
General de Brigada (Ej.) Juan de Dios Vierma Fuentes
Contralmirante Félix Antonio García Zambrano
General de Brigada (Av) Omar Ruiz Rodríguez
Contralmirante José Velasco Collazo
General de Brigada (Ej) Ennio Torres Izarra
Contralmirante Elías Buchzser Cabriles
Contralmirante Cesar Manzano Zavala
Contralmirante Jorge Alberto Bustamante Cáceres
Contralmirante Raúl Bustamante Pulido
General de Brigada GN) José Salazar Heredia
General de Brigada (GN) José Salazar Heredia
General de Brigada (GN) Francisco Limongi
Contralmirante Gregorio Molleja Rodríguez
General de Brigada (Ej.) Juan Ferrer Barazarte
Contralmirante Eddy Guerra Conde
General de Brigada (GN) Rafael Vera Ruiz
General de Brigada (Av.) Gonzalo Gómez García
General de Brigada (GN) Orlando Hernández Villegas
General de Brigada (Ej.) Rubén Medina Sánchez
Contralmirante Eddie Ramírez Poveda
General de Brigada (Ej.) Rafael Peña Pereira
General de Brigada (Ej.) Cesar Ramos Álvarez
General de Brigada (Av.) Eduardo Caldera Gómez
Gracias General de Brigada (Ej.) Bernardo Díaz Castillo
Contralmirante Rubén Germán Torres Leal;
Contralmirante Oscar Betancourt Patiño
General de Brigada (GN) Ramón Rodríguez Mayol
General de Brigada (Ej.) Henry Lugo Peña
General de Brigada (Ej.) Néstor González González
General de Brigada (Ej.) Guaicaipuro Lameda
General de Brigada (GN) Francisco de Asís Loreto Mejía
Contralmirante Daniel Comisso Urdaneta
General de Brigada (Av.) Pedro Pereira
General de Brigada (Ej.) Luis Felipe Párraga Barrios
General de Brigada (Av.) Román Aquiles Gómez Ruíz
General de Brigada (Ej.) Rene Sericia García
General de Brigada (Ej.) Ángel Vivas Perdomo
General de Brigada (Av.) Néstor Sánchez Toro
General de Brigada (GN) Régulo Díaz Vegas
General de Brigada (Av.) Jorge Luis Guerrero Barrios
General de Brigada (Av.) Eduardo Báez Torrealba
Coronel (Ej) Gabriel Oscar Duque Vivas
Capitán de Navío Juan Bautista Márquez Moreno
Coronel (Ej) José Antonio Omaña Hernández
Coronel (GN) Alirio Miguel Cabrera
Capitán de Navío Carlos Rodríguez Bartoli\
Capitán de Navío Gonzalo Merino Valery
Coronel (Ej.) José Machillanda Pinto
Coronel (Ej.) Antonio Varela
Coronel (GN) Luis Lara Santamaría
Capitán de Navío Luis Guillermo Ramos Castillo
Coronel (Ej.) Orlando Martínez Ugueto
Coronel (Ej.) Marcos Porras Andrade
Capitán de Navío Julio Sánchez Correa
Coronel (Ej.) Orlando Suarez Galeano
Coronel (GN) Esmeri9 Delgado
Coronel (GN) Freddy Eduardo Martínez
Coronel (Av.) Ramón Francisco Guzmán Díaz,
Coronel (Av.) José Bruzco Hernández
Coronel (Ej.) Manuel Antonio Ledezma Hernández
Coronel (Av) Campo Elías Flores
Coronel (Av) Jaime Salcedo Galvis
Coronel (GN) Hidalgo Valero
Coronel (Ej.) Nelson Castro Moreno
Capitán de Navío Carlos Lavado Mottola
Capitán de Navío Luis Salas Marcano
Coronel (Av) Omar Parra Pérez
Coronel (Av) Carlos Morales Jurado
Coronel (GN) Miguel Ángel Casanova Ostos
Coronel (Av.) Humberto Álvarez Acosta
Coronel (Av.) Juan Bautista Gómez Rojas
Coronel (Av.) Pedro Gómez Moncada
Coronel (Av.) Silvino Bustillos
Coronel (GN) Omar Ángel Aranguren
Coronel (GN) Alexander Flores Lamus
Coronel (GN) Artemio Boada
Coronel (GN) Gustavo Enrique Ferrer Barroeta
Capitán de Navío Emilio De Rogatis Porreca
Coronel (Av.) Sammy Landaeta Millán
Coronel (Av.) Pedro Soto Fuentes
Coronel (GN) Oscar Briceño Domínguez
Coronel (GN) Luis Morales Parada
Coronel (Av) Antonio Ortega Brouzes
Coronel (Av) Alejandro Malpica Pérez
Coronel (GN) Jorge Rodríguez Valero
Coronel (Ej.) Otoniel Arellano Pérez
Coronel (Ej.) Widman Olaf Alcalá
Coronel (Ej.) Carlos Barito
Coronel (Ej.) Domingo Santana Gómez
Coronel (Ej.) Henry Gonzalo Escalante Ramirez
Coronel (Ej.) Yucepe Pilliery
Coronel (Ej.) Gustavo Díaz Vivas
Coronel (Av) Juan José Faría Molero
Coronel (Ej.) Juan José Rendón González
Coronel (Ej.) José Jiménez Malavé
Capitán de Navío Eduardo Ovalles Campero
Capitán de Navío Nelson Antonio Escalona Fernández
Coronela (GN) Dido Cabrera Bustillos
Coronel (Ej.) Emilio Méndez Martínez
Coronel (GN) Antonio Semprún
Coronel (Ej.) Ángel Serrano
Coronel (Ej.) Domingo Salazar Martínez
Capitán de Navío Javier Sánchez Pereira
Coronel (Av) Oswaldo Martínez
Coronel (Ej.) Carlos Daniel Rojas Pérez
Coronel (Ej.) Atilano Carrillo Bracamonte
Capitán de Navío Rubén Piña Saa
Capitán de Navío Rafael Pérez Sarmiento
Coronel (Av.) Danilo Rodríguez
Coronel (GN) Carlos M. López
Coronel (GN) Omar Dávila Flores
Capitán de Navío Clímaco Rivero Moreno
Capitán de Navío Humberto Lazo Cividane
Capitán de Navío José Santín
Capitán de Navío Bernardo Jurado Capecchi
Capitán de Navío Alberto Shadah Udelman
Capitán de Navío Eddy Méndez Pérez
Capitán de Navío Oscar Ibarra Labady
Capitán de Navío José Gregorio Noguera Torre
Capitán de Navío Nelson Rafael Camarillo Morillo
Capitán de Navío Juan Antonio Ramos Sánchez
Capitán de Navío Ángel Valero
Coronel (GN) Iván Henríquez
Coronel (GN) Williams Linares
Coronel (GN) Alex E. Montenegro Méndez
Coronel (GN) José Luis Quintana
Coronel (Ej.) Castor Torcat
Coronel (Ej.) Máximo Marchán
Coronel (Ej.) Eduardo Guzmán Pérez
Coronel (Ej.) Eduardo José Suarez Montana
Coronel (Ej.) Valmore Loaiza Baduel
Coronel (Av) Oneida Colmenares
Coronel (Av) Inés Camacho
Coronel (Av.) Emmanuel Calles Manzano
Coronel (Av.) Enio Aldazoro
Coronel (Av.) José Luis Hernández Veroes
Teniente Coronel (Av) José Guevara Gutiérrez
Teniente Coronel (Ej.) Julio César Moreno
Teniente Coronel (Ej.) Tarsicio A. Díaz Velásquez
Teniente Coronel (Av.) Guillermo Beltrán Vielma
Teniente Coronel (Av.) Moisés Brunstein Reina
Teniente Coronel (Ej.) Jesús López Planchart
Teniente Coronel (Ej.) Cesar Augusto Becerra Lujan
Capitán de Fragata Alejandro López Hernández
Capitán de Fragata José Rafael Linares Badillo
Capitán de Fragata Alonso Sader Castellanos
Capitán de Fragata Reinaldo Ramírez Dala
Capitán de Fragata Leopoldo Salas Rommer
Teniente Coronel (Ej.) Pedro Tarcicio Donaires Lozada
Teniente Coronel (Ej.) Antonio Torres Alvarado
Teniente Coronel (Ej.) Isaac Antonio Tirado Gómez
Teniente Coronel (GN) Edgar Rodríguez Vicentelli
Teniente Coronel (GN) Richard González
Teniente Coronel (GN) Carlos Romero Rico
Teniente Coronel (GN) Francisco Modesto Ignacio Serra Di Día
Teniente Coronel (Av.) Iván Ballesteros
Teniente Coronel (Av.) Arichuna Silva Romero
Mayor (Ej.) José Ramón Salas La Riva
Mayor (Ej.) Federico José Ventura Infante
Mayor (Ej.) Ángel Landaeta Yánez
Capitán de Corbeta Ali Boscán
Capitán de Corbeta Nelson Viloria
Mayor (Av.) Luis Hartmann Ruiz
Mayor (Av.) Raynell Mayella Martínez Mujica
Capitán (Ej.) Jesús Rojas Díaz
Capitán (Ej.) Jerry Suarez
Capitán (Ej.) Alfredo Salazar Bohórquez
Capitán (Ej.) Ricardo Salazar Bohórquez
Capitán (Ej.) Wismerck Martínez Medina
Capitán (Ej.) Carlos Blondell Tineo
Capitán (Ej.) Víctor Rafael Salas Estupiñan
Teniente de Navío Antonio Ríos Rojas
Teniente de Navío Carlos Rodríguez
Teniente de Navío Carlos Villalobos Franchi
Teniente de Navío Henry Clemant
Teniente de Navío Pedro Pedrosa
Capitán (Av.) Freddy Fernández Mata
Capitán (GN) Orlando Velasco
Capitán (GN) Pedro José Flores Rivero
Capitán (GN) Leonardo Carrero Araujo
Capitán (GN) José Carrero Marquina
Teniente (Ej.) Daniel Eduardo Morales
Teniente (Ej.) Carlos García Arcaya
Teniente de Fragata Carlos Rodríguez Briceño
Teniente de Fragata. Rafael Figueredo Cassini
Teniente de Fragata Alexander Orozco
Teniente (Av.) Miguel José Bravo Escalona
Teniente (Av.) Jorge Santa Cruz Terrazas
Teniente (GN) José Antonio Colina
Primer Teniente (GN) José Faria B.
Cabo 1ro. (Ej.) Ernesto Pérez
Cabo 2do. (Ej.) Ángel Humberto Martínez Camejo