viernes, 24 de febrero de 2017

DE COLABORADORES Y QUINTA COLUMNAS

A MARÍA CORINA MACHADO

DE COLABORADORES Y QUINTA COLUMNAS

LA TRAGEDIA OPOSITORA VENEZOLANA

Temo que la cadena se haya roto por su eslabón más débil. Y que por boca de Enrique Ochoa Antich se exprese a plenitud la estrategia que ha venido germinando desde hace algunos años desde el anterior Departamento de Estado y el actual Vaticano, amén de la dirigencia de la MUD en consonancia con la tiranía cubana: garantizar la sobrevivencia de Nicolás Maduro hasta el 2019. Convirtiendo a Venezuela en el chivo expiatorio de la supuesta estabilidad de la región. Hasta entonces, y aún más allá, si Cuba lo estima necesario.  Si así fuera, que Dios nos agarre confesados: si no actuamos con voluntad, decisión y coraje podríamos perder la República.

Antonio Sánchez García 




@sangarccs




A María Corina Machado

            Enrique Ochoa Antich le ha escrito bajo la cortés apariencia de una “carta abierta” una requisitoria a María Corina Machado digna de figurar en un manual del perfecto colaborador y quinta columnista de la dictadura: la acusa del pecado capital de boicotear el diálogo entre Nicolás Maduro y la MUD, según él única, inexorable y la más perfecta y deseable de las vías para resolver la agonía que sufre la república y que él reduce a un mero desentendimiento entre ambos términos, la oposición y el gobierno. Para legitimar lo cual se sirve de los clásicos ejemplos de dictaduras cercanas – si bien se cuida, como todos sus congéneres, por cierto,  de caracterizarlas, evadiendo así el meollo del asunto - que habrían dejado el poder gracias a esa fórmula mágica de sentar a los contendientes en una mesa redonda para discutir sus diferencias y terminar en el mejor de los acuerdos: un abrazo, el desalojo del tirano y la entronización de los demócratas. Ya Eduardo Fernández le ha estado llevando aguas a ese molino e la mano del dictador polaco Jaruselsky. Sólo le faltó el inolvidable epílogo de los cuentos infantiles: “y bajaron a la playa, comieron perdices y fueron felices”. Happy End. Un clásico ejemplo de la descerebrada izquierda borbónica, para usurpar el selfie de su maestro Teodoro Petkoff.

            Esa y no otra es la médula de su extensa “carta abierta”. Cuya claridad y franqueza es de agradecer,  gracias a lo cual estará contando con la fruición aprobatoria de Nicolás Maduro, de Tarek El Aissami y de Diosdado Cabello, sus únicos y verdaderos beneficiados en medio del berenjenal en que la denuncia del Departamento del Tesoro los ha sumido, y la solemne aprobación de Henry Ramos Allup, Julio Borges, Manuel Rosales y Henry Falcón, igualmente agradecidos por un respaldo tan perfecta, fría y lógicamente hilvanado a su apocalíptica incompetencia. En plena lógica política, podría tener un efecto muchísimo más devastador y favorable a la causa de la dictadura que el remitido de Tarek El Aissami en The New York Times. Que si no se tratara de un asunto estrictamente doméstico que aparentemente no roza asuntos tan trascendentales como el narcotráfico, el lavado de dólares y el financiamiento y respaldo al terrorismo del Estado islámico, de los que acusa in totto, aunque aún por una sola y no la más efectiva de sus múltiples vías, el gobierno de los Estados Unidos al de Nicolás Maduro, bien valdría esa inversión en dólares. ¿O es que el ex diputado preñado en las cloacas ideológicas del comunismo vernáculo y criado por el Movimiento al Socialismo no conoce el estado real en que se encuentra Venezuela, como para considerar que asuntos tan baladíes bien pueden ser objeto de una reunión entre correligionarios, como lo plantea Su Santidad Francisco I? ¿Qué nos tratemos unos y otros como hermanos?

            Aparte la versallesca diplomacia en el trato formal con el que el hermano del ex ministro de defensa recubre sus infamias – “inteligente, apasionada, carismática” – contra la acorralada y máxima lideresa política del liberalismo venezolano, el libelo es de una falsía, una hipocresía y una canallería muy propia de quienes se criaron en el pozo de los tiburones del marxismo cuartelero del castrocomunismo venezolano. Para quienes María Corina Machado fue, es y será “una mantuana” y, por ende, una reaccionaria. Así uno de sus tíos maternos haya participado en las guerrillas venezolanas y otro cayera mortalmente herido en el desembarco del Falke. ¿O es que los Machado, tanto o más mantuanos que los suyos,  no fueron los fundadores del Partido Comunista Venezolano?

            Me impresiona la absoluta sangre fría con la que Ochoa Antich da por buenos y legítimos los propósitos estratégicos de la satrapía, su olímpico silencio ante las apocalípticas miserias y los espantosos sufrimientos que les ha causado a los pobres, haciéndolos aún más pobres de esta tierra, el daño incalculable en vidas y pérdidas materiales de nuestra Patria, que crecen exponencialmente día tras día y hora tras hora, así como la naturalidad con que defiende lo que le parece el asunto más natural del mundo: que el sátrapa de nunca aclarados orígenes impuesto por un moribundo entregado en cuerpo y alma a los tiranos cubanos, barnizado luego con un fraude electoral tanto o más escandaloso que el que el pueblo ecuatoriano acaba de impedirle a uno de los agentes del castrismo, tenga el pleno y legítimo derecho a gobernar hasta el 2019. Y más allá, si Raúl Castro, el castrocomunismo venezolano y sus aliados de la oposición oficialista – colaboradores y quinta columnistas, como Ochoa Antich – lo consideran legítimo y pertinente.

            ¿Por qué no? ¿O no tiene Enrique Ochoa Antich los santos apéndices de defender todos los procesos electorales que nos han traído a encallar en estos abismos y dar por buenos y legítimos, además de todos los fraudes consumados y todas las medidas represoras de una dictadura que ya supera en tiempo a las de Pérez Jiménez, Batista, Rojas Pinilla, Pinochet, Videla, Bordaberry, Garrastazú Medici, entre otros, los asesinatos de opositores, las cárceles hasta por 14 años de venezolanos absolutamente inocentes, el descomunal saqueo de más de trescientos mil millones de dólares y la devastación sepa Dios por cuántas generaciones de una República que fuera ejemplo democrático en un continente consumido por las tiranías?

            Es lo que me abisma: la insólita parquedad y la absoluta frialdad con las que Ochoa Antich defiende y legitima el más espantoso capítulo de nuestra trágica historia política. Su inmoral alcahuetería travestida de flemático realismo político. La desvergüenza maquillada de pragmatismo. Ni José Vicente Rangel, el venerable tartufo y alcahueta del castrocomunismo criollo, ni Zapatero, el memo encumbrado a la presidencia de España gracias al azar de un atentado del terrorismo islámico, ni esos corruptos correveidiles de la Internacional Socialista – no digamos el pueblerino tartufismo criollo de un Timoteo Zambrano, un Henry Falcón o un Manuel Rosales – hubieran sido capaces de alcanzar estas cimas del descaro y la infamia.

            Temo que la cadena se haya roto por su eslabón más débil. Y que por boca de Enrique Ochoa Antich se exprese a plenitud la estrategia que ha venido germinando desde hace algunos años desde el anterior Departamento de Estado y el actual Vaticano, amén de la dirigencia de la MUD en consonancia con la tiranía cubana: garantizar la sobrevivencia de Nicolás Maduro hasta el 2019. Convirtiendo a Venezuela en el chivo expiatorio de la supuesta estabilidad de la región. Hasta entonces y aún más allá, si Cuba lo estima necesario.  Si así fuera, que Dios nos agarre confesados: si no actuamos con voluntad, decisión y coraje podríamos perder la República

lunes, 20 de febrero de 2017

Sofía Imber, in memoriam

Sofía Imber, in memoriam

Con Sofía Imber muere la Venezuela del arte y la cultura, la libertaria irreverencia de un periodismo culto e inclaudicable y la dignidad de lo que un día fuéramos y debiéramos volver a ser. Es el imperativo moral que nos deja su legado.

Antonio Sánchez García 



sangarccs

            Estaba profundamente fastidiada por su circunstancia. Ser llevada de un lado al otro en silla de ruedas, tener que contar con una asistente para realizar sus tareas más nimias, tal como se lo contara a Diego Arroyo, la fastidiaba hasta extremos insoportables. Imposible de estarse quieta, ella, un volcán en permanente erupción, por lo cual exigía ser paseada por su chofer por las calles de su ciudad dos o tres horas diarias hasta agotar sus ansiedades. Que siempre fueron inagotables.

            Estábamos en el auditorio del Miami Dade College culminando los preparativos para el homenaje que se le rendiría al día siguiente, durante la presentación en los Estados Unidos del estupendo relato de su vida escrita por su joven biógrafo venezolano. A los pocos minutos quiso irse y se apostó en su silla de ruedas, a la sombra del sol y del viento, esperando el taxi que debía volverla a casa.

            Salí a acompañarla. Y le hablé de la muerte a la que sus más entrañables amigos se estaban acercando.  Nos estábamos acercando. Fue un bálsamo para su impaciencia. Su destino era el nuestro. Me sonrío, me tomó de las manos y sus ojos se iluminaron. Al día siguiente asistió en primera fila al bello homenaje preparado por su hija, Adriana Meneses, y la estrecha amiga de ambas, Beatrice Rangel. Con el concurso siempre atento y discreto de Carlos Alberto Montaner y la presencia de esa suerte de hijo espiritual al que tanto quiso, Boris Yzaguirre. Soledad cumplió su último deseo: le cantó las canciones que ella y Carlos tanto amaban: Göttingen, Palabras de amor, Gracias a la vida. Y esas emblemáticas  e inolvidables canciones de nuestro folklore, el Polo Margariteño y el Pajarillo Verde. “Eres grande Soledad”, le susurró al oído. Más que ella, imposible.

            La vejez, su vejez y la nuestra, ese inevitable naufragio al que tanto detestaba y temía Jorge Luis Borges, impidió que las jóvenes generaciones que pronto dirigirán el país, si deciden asumir sus responsabilidades con grandeza, con temple, con honestidad y entereza,  la conocieran, la disfrutaran, aprendieran a respetarla y quererla. No ha sido pródiga nuestra encallada república en figuras tan prodigiosas como Sofía Imber. De una rectitud y una prodigalidad tan deslumbrantes. De una creatividad y una capacidad ejecutoria verdaderamente asombrosas. De una cultura artística, una sensibilidad y una veracidad a toda prueba. Seres como Sofía merecerían la inmortalidad, si ella no fuera el más espantoso de los castigos imaginables. Por el bien de sus pueblos. Por el bien de sus naciones.

            Quien no advirtió la inconmensurable pequeñez, incultura y zafiedad del teniente coronel al arrebatarle a su máxima obra, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, su impronta esencial - su nombre y su apellido -, no merece llevar en su corazón la grandeza de esa Venezuela emprendedora, culta, inteligente, pacífica, legalista que en una suerte de milagro histórico se hiciera de Venezuela durante esos cuarenta años de democracia, está siendo mortalmente atropellada por la resurrección de la barbarie. No hizo lo que sus aliados del ISIS y protectores del narcoterrorismo de los usurpadores del poder hicieran con las inmortales obras de Palmira: derrumbar a golpes de mandarria una de nuestras máximas creaciones culturales. Su gansteril bajeza sólo llegó hasta arrebatarle su nombre y rebajar la obra a una mera señal perfectamente desdeñable en el catálogo de las grandes obras de la democracia. Preparando las condiciones para contraponerle, desde un rancherío del oeste, el monumento a su incultura. Al Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, el Museo Militar con sus restos semi momificados. La eterna discordia: la deslumbrante grandeza de la civilidad contra la turbia barbarie del militarismo.

            Con Sofía Imber muere la Venezuela del arte y la cultura, la libertaria irreverencia de un periodismo culto e inclaudicable y la dignidad de lo que un día fuéramos y debiéramos volver a ser. Es el imperativo moral que nos deja de legado.

Soledad Bravo: "Con tramposos no se dialoga"

Soledad Bravo: "Con tramposos no se dialoga"




JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA | JOLGUERR@GMAIL.COM


19 DE FEBRERO DE 2017 12:01 AM

—¿Socialista empedernida?

—Progresista y libertaria.

—¿Socialista del socialismo del siglo XXI?

—Demócrata del siglo XXII.

—Cuando protestaba en los años setenta, ¿imaginó alguna vez esto?

—Ni en mis peores pesadillas.

—¿A qué le canta hoy?

—A lo que le canté siempre: a la vida, al amor, a la libertad, a la justicia.

—¿Protesta la oposición como debiera?

—Que cada cual proteste como pueda.

—¿Le cantaría al diálogo nacional?

—Si se cumplieran las condiciones, con inmenso gusto. No se cumplieron ni se cumplirán. Con tramposos no se dialoga.

—¿Dónde están los músicos contestatarios?

—Quien busca encuentra.

—¿Sigue igual de contestataria?

—Mientras haya injusticias.

—¿Qué sería Soledad Bravo sin su guitarra?

—Lo que soy: Soledad Bravo sin su guitarra.

—¿Es Venezuela un concierto de cuerdas o de cuerdos?

—Un desconcierto, mientras no haya un gran director.

—¿El instrumento que desafina la orquesta que dirige el país?

—La quijada del burro.

—¿Una nostalgia musical?

—“Yesterday”… all my troubles seem so far away.

—¿Se descalza aún?

—En el escenario lo hice muy ocasionalmente. Y por gusto. Ahora solo cuando es necesario.

—¿Emulaba a la Lupe?

—Siempre me he emulado a mí misma.

—¿Fue rebelde de niña?

—Contra las injusticias, siempre.

—¿Una pasión?

—Cantar.

—¿Una intensidad?

—Antonio.

—¿Un arrebato?

—La amistad.

—¿Una alegría?

—La vida.

—¿Un defecto?

—El perfeccionismo.

—¿Un pecadillo confesable?

—Todas mis confesiones están en lo que canto. Incluso los pecadillos.

—¿Qué tiene de soledad?

—Muy poco. Prefiero una buena compañía.

—¿Cuál de los géneros protesta más?

—El femenino. En Venezuela con toda razón y absoluto derecho.

—En el caso del connacional, “¿detrás de un hombre triste hay siempre una mujer feliz?”

—“¡Y-tras-de-e-sa-mu-jer-hom-b res-gen-ti-les-siem-pre-hay-mi l!”.

—¿Feminista?

—Femenina.

—¿Alí Primera hubiera sido chavista?

—A estas alturas es imposible saberlo.

—¿Alternaría con Servando y Florentino?

—Ya lo hicimos y tuvimos de padrino a nuestro querido Ricardo Montaner. Un éxito.  La música es un amor sin barreras.

—Luego de todo esto, ¿cantaría en el balcón del pueblo?

—Lo mío jamás fue cantarle a los gobernantes.

—¿Un estribillo para la revolución?

—¿Cuál revolución?

—¿Otro para la MUD?

—“Siempre que te pregunto que cuándo, cómo y dónde, tú siempre me respondes: quizás, quizás, quizás…”.

—¿Lo socialista de la oposición?

—La mala conciencia.

—¿Y del proceso?

—Todas sus perversiones totalitarias. Agravadas por nuestras taras y defectos congénitos.

–¿Un líder?

—Están todos presos. Otros se estarán incubando.

—¿A quién apoya?

—A todos, y todas, los que se oponen de verdad y no juegan al quiquirigüiqui.

—¿Un nota para la Asamblea?

—“En el pecho de un desafinado también late un corazón”. Vinicius de Moraes.

—¿Para los poderes?

—“Abajo cadenas, gritaba el Señor. Y el pobre en su choza…”.

—¿Para las FANB?

—“La música militar nunca me supo levantar”. George Brassens.

—¿La magna ovación?

—Está pendiente. Cuando cante el himno nacional el día de la instauración del primer gobierno de la era democrática que viene. No hay quien la pare.

—¿Combate este régimen?

—Llevo toda una vida combatiendo a las dictaduras. Desde que nací. Con mi padre recién liberado de una condena a muerte por republicano. Esta no iba a ser la excepción.

—Según el régimen, usted es de derecha…

—La izquierda y la derecha pasaron a la historia. Democracia o dictadura. Más nada.

—¿Protesta más el PSUV o la oposición?

—No hay manera de saberlo.

—¿Un contestatario sin causa?

—Un loquito recogelatas hablando solo.

—¿Aran en el mar los cantantes de protesta?

—Si están con el régimen, se forran.

—¿Protestaría la prohibición pública de hablar mal de Chávez?

—Que los muertos entierren a sus muertos. Si pueden, en silencio.

—¿La han mandado con su música a otra parte?

—Los franquistas quisieron expulsarme de España. No sabían que yo era española de nacimiento. Me convertí en el ícono de la transición. Una experiencia inolvidable. Espero repetirla.

—¿Posibles acordes para este año?

—Pura dodecafonía.

—Mientras, ¿una melodía para sobrellevar esto?

—“Algo bueno tiene que pasar…”. Yordano.

—¿Qué pasaría en Venezuela si prohibiesen protestar musicalmente?

—Nada. Hay abusos y crímenes muchísimo más graves, como el narcoterrorismo.  Y nadie dice nada.

Una quietud que predice tormenta

UNA QUIETUD QUE PREDICE TORMENTAS

Es una ley de la historia: a cada cochino le llega su sábado. Esta vez no habrá excepciones. Ni civiles ni uniformadas. Escríbalo.

Antonio Sánchez García 


@sangarccs

1

Será un pecado venial, pero es pecaminoso confundir la tensa quietud que predice  tormentas perfectas con los síntomas de la desesperanza. Como es un síntoma de miopía política confundir el silencio impuesto a culatazos y violaciones brutales a la libertad de expresión – con lo de CNN, como antes con NTN24 y todos los medios venezolanos que se robó, usurpó o compró con dineros de todos los venezolanos, el régimen vuelve desatar su ira y su reconcomio contra el mensajero, en lugar de hacer un mínimo esfuerzo por demostrar la inocencia de los delitos de que se le acusa con la silenciosa aceptación de la ignominia. Es lógico: quienes aún estamos libres del zarpazo de los esbirros y nos movemos día a día “por estas calles” lo vamos comprobando a cada esquina: el pueblo está harto, desesperado y hundido en el pantano hasta las rodillasYano aguanta más. El odio contra el sátrapa, que no baja del 95% de rechazo, se ve obligado a revolcarse en las entrañasante la infinita estulticia, pusilanimidad y cobardía de quienes se pretenden sus líderes. Julio Borges ha coronado su carrera política señalando en medio del temporal que la asamblea, ahora bajo su presidencia, se ocupará del problema de la basura. Mientras el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos condena al vicepresidente de la República por terrorista y narcotraficante y CNN pone al desnudo el negociado de la cancillería con pasaportes vendidos en Siria a los talibanes del ISIS. ¿Será ésta otra ventana más abierta a la expresión del descontento popular que vuelva a ser trancada por la infinita torpeza e inmadurez de nuestro joven liderazgo?

Nadie que observe la dimensión de la ola que se ha ido acumulando en las profundidades de esta crisis humanitaria puede pensar que en Venezuela todo está en calma. escuchar replicar la odiosa frase de que “en Venezuela, pase lo que pase, no pasa nada”. Como si fuéramos la piara de cerdos endemoniados tirándose a los abismos según el relato de los evangelios. Basta la experiencia: ¿quién hubiera pensado en diciembre de 1957 que el año que se abriría horas después de la noche vieja, dejaría oír el repiqueteo de las ametralladoras y los comensales de la cena de noche buena en Miraflores podrían terminar, unos huyendo despavoridos con su maleta de dólares a la rastra, mientras los otros encabezarían la rebelión tres semanas después? Relea los periódicos de la época: ni un solo síntoma del tsunami que estaba gestándose en las profundidades del Caribe y estaba a punto de reventar en Venezuela. Como en efecto. Tampoco Llovera Páez, el segundo de a bordo, era un narcoterrorista sancionado por el Departamento del Tesoro ni los sobrinos de Pérez Jiménez – si los tenía – estaban rindiendo cuentas ante las autoridades norteamericanas por pretenden introducir una tonelada de cocaína en territorio norteamericano. Y para ponerle la guinda a la torta: ni AD era la hacienda personal de un adelantado ni el PCV la zarrapastrosa corte de los milagros que pulula mendigando dólares preferenciales por los pasillos de Miraflores. Aquel estaba en manos de Simón Sáez Mérida y éste en las de Pompeyo Márquez. ¡Vaya diferencias!

2

Un ex presidente socialcristiano extrajo las conclusiones que vio reafirmadas un 11 de septiembre de 1973, viéndose obligado a formular la famosa Ley que bien podría llevar su nombre, la Ley Herrera Campinsen Venezuela, y no sólo en Venezuela, “militar es leal hasta que deja de serlo”. Lleva la impronta de Wolfgang Larrazábal. Una ley de densidad variable que comienza a funcionar en cuanto menguan los recursos de la prostitución y las corruptelas de los paniaguados, mientras la cantidad de generales a ser prostituidos supera las asignaciones presupuestarias y el número de aspirantes. ¿Llegarán las camionetotas y los dólares burdamente preferenciales hasta esa oficialidad media y baja que pasa tanta hambre, penurias y desvelos como los miembros de sus pobres familias? ¿Es lo mismo un general apadrinado que un subteniente ninguneado?

Incluso el más empingorotado, corrompido y apadrinado de los generales de las élites uniformadas castrocomunistas de las tres fuerzas debe tener nietos que más temprano que tarde serán adultos. Y cuando en Venezuela gire la rosa de los vientos y la decencia vuelva a campear por sus fueros leerán los nombres de los responsables de esta infamia sin precedentes en la historia de nuestra Patria llenando de escándalos las portadas de los periódicos. Revise la historia: todos los responsables de las infamias del pasado, microscópicas en comparación con las del presente,  fueron desenmascarado y enjuiciados por la vendetta popular. Sucederá exactamente lo mismo cuando los nombres de quienes hoy disfrutan de miles de millones de dólares saqueados a las arcas fiscales colmen los titulares de las páginas de sucesos y más de uno termine en La Haya¿O son tan menguados intelectual y moralmente como para pensar que habrá un Panteón Nacional para el Cártel de los Soles y misas de gloria para los traidores uniformadosSe oirán otras voces. ¿También abuelito fue un ladrón redomado, un canalla que traicionó a la república, un comunista enchufado, un narcotraficanteun terrorista, un violador de los derechos humanos?

Quien conozca la historia, no sólo la de Venezuela, sino la de América Latina y haya hurgado en los textos antiguos sabe que, en efecto, “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. Desde la de Julio César a la de Pérez Jiménez, todas las tiranías se derrumbaron y sus prostituidos personajes civiles y militares – monarcas absolutos, reyes sin corona, presidentes aclamados, caudillo venerados y sus cortes de lameculos, empresarios, correveidiles, testaferros y verdugos – que coronaran la saga del Poder Absoluto y fueran amos y señores, dioses y semidioses de sus pueblos y naciones, terminaron arrastrados por los suelos de la abominación y la infamia o degollados por la guillotina de la indignación popularen el Siglo XX europeo desde Stalin, Hitler y Mussolini, hasta Batista, Rojas Pinilla, Chapita Trujillo, los Somoza, Stroessner, Videla, Pinochet y otros en América Latina. Los que mejor salieron, murieron en sus camas, como Juan Vicente Gómez, Stalin,  Franco y Fidel Castro. Para luego ser vomitados por sus pueblos. No queda una sola estatua en pie de sus canallescas figuras. En una sospechosa disposición premonitoria, Raúl Castro ha prohibido la reproducción escultórica de su hermano, el otro tirano. 

Es una ley de la historia: a cada cochino le llega su sábado. Esta vez no habrá excepciones. Ni civiles ni uniformadas. Escríbalo.

Comunicado del Frente Institucional Militar (FIM) Al General Padrino López

 
 
General en Jefe (Ej) Vladimir Padrino López
Ministro de la Defensa
Su Despacho:
 
Nosotros los abajo firmantes, Oficiales de la Fuerza  Armada Nacional  miembros de la Reserva Activa, nos dirigimos a usted en la oportunidad de hacer de su conocimiento que rechazamos y deploramos categóricamente su más reciente comunicado donde usted, a manera personal,  ha decidido ser el vocero de todos los integrantes de la institución castrense y rechazar las acciones tomadas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en contra del Sr. Tarek El Aissami, quien en la actualidad se desempeña como Vicepresidente Ejecutivo de nuestro país, incluyéndole en la lista de las personas presuntamente involucradas en operaciones de narcotráfico y actividades de apoyo al terrorismo internacional.
La Fuerza Armada Nacional debe  ser garante de la moral y de las leyes y no debe, ni puede apoyar ninguna acción contraria a ella.
Es gravísimo que otro Estado se vea en la necesidad de incluir al Vicepresidente Ejecutivo en una lista en donde están crimínales, narcotraficantes, terroristas y que Usted salga en su defensa y nos involucre a todos como sus cómplices.
No  cabe la menor duda de que  usted, una vez más, lanza su discurso pretoriano de sumisión total ante la orden de apoyar lo nefasto a todo trance. Sin embargo, le aclaramos que usted deberá hacerlo a título personal porque nosotros no lo apoyamos y muchos menos estamos de acuerdo con su defensa a ultranza de un asunto político que le corresponde a otras instancias del gobierno, la misión de la FAN es muy clara: Defensa y soberanía nacional, así como su contribución al desarrollo del país
No se puede defender lo que es indefendible. Y mucho menos pretender conseguir solidaridades automáticas en detrimento de la ética y la moral. No confunda y quiera hacernos pasar por incautos, la decisión de las autoridades norteamericanas no puede ser tomada como una ofensa al pueblo venezolano. La sanción no es contra Venezuela es hacia el Vicepresidente Tarek El Aissami y sus supuestas actividades de narcotráfico y terrorismo.
No puede ser desestimada la conclusión de una investigación llevadas a cabo por las autoridades de EEUU y que coloca a la luz pública internacional un tejido de oscuras actividades relacionadas con el terrorismo, narcotráfico y lavado de dinero por parte del quien hoy funge como Vicepresidente Ejecutivo de la República y otra persona catalogada como su testaferro.
La Constitución de la República antes de ser invocada se debe respetar y obedecer. Sus acciones han demostrado su absoluta, constante y flagrante violación de lo  estipulado en su artículo 328, donde señala claramente sobre la no beligerancia política de la FAN.
Cuando ingresamos a la FAN juramos defender la patria. ¿Lo recuerda Ud.? No fue al socialismo, ni al comunismo y mucho menos al narcotráfico.
Nos preguntamos ¿En dónde quedó el  juramento de defender la Patria? ¿Quiénes mancillan con acciones, decisiones y omisiones la dignidad y el respeto de los hombres de uniforme por una vil y sustanciosa cuota de poder y parabienes?
General Padrino, al final de su discurso usted dice que somos hijos de Bolívar y de Chávez. Sepa Ud. que los venezolanos y entre ellos nosotros los militares demócratas somos hijos de los héroes verdaderos de la patria que fueron leales a sus juramentos, a sus principios éticos, a sus tradiciones y nacionalismo, nos hicieron libres del yugo de la esclavitud y del colonialismo; pero jamás seremos hijos de quien socavó la democracia  con la implantación de un  modelo político fracasado y rechazado por el pueblo venezolano en el referéndum del año 2007.
Finalmente le exigimos, que no hable en nuestro nombre, en cosas que el honor militar no acepta.
Los militares activos violan la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela cuando se inmiscuyen en la diatriba política.
 
"No hay estado sin Fuerzas Armadas, no hay Fuerza Armada sin disciplina, no hay disciplina sin ley. No hay ley, si el Jefe de esa Fuerza no la respeta y no la hace respetar" Simón Bolívar
 
Por el FIM
Vicealmirante Rafael Huizi Clavier. (Presidente del FIM)
General de Brigada (Ej.) Teodoro Díaz Zavala. (Vice-presidente del FIM)
Coronel (Ej.) Rubén Darío Bustillos Rávago. (Secretario de Organización)
Coronel (Ej.) Luis Enrique Sucre (Representante del Ejército)
General de Brigada (GN) Simón Figuera Pérez. (Representante GNV)
Capitán de Navío Pedro Rafael Betancourt. (Representante de la Armada)
Coronel (Av.) Ángel Rodríguez Campos. (Representante de la Aviación)
 
General de División (Av.) Manuel Andara Clavier (Ex Presidente del FIM)
General de Brigada (Ej.) Juan Antonio Herrera Betancourt (Ex Presidente del FIM)
General de Brigada (GN) Miguel Aparicio Ramírez (Ex Presidente del FIM)
General de División (Ej.) Fernando Ochoa Antich
General de División (Av.) Maximiliano Hernández Vásquez
General de División (Ej.) Carlos Julio Peñaloza
Vicealmirante Julio Lanz Castellano
Vicealmirante Andrés Eduardo Brito Martínez
Vicealmirante Carlos Ramos Flores
General de División (Ej.) Vicente Narváez Churion
General de División (Ej.) Rafael Montero Revette
General de División (Ej.) Raúl Salazar Rodríguez
General de División (Ej.) Simón Luis Virgilio Tagliaferro
General de División (Ej.) Jorge Tagliaferro De Lima
General de División (Av.) Vladimir Filatov Riabkov
General de División (Av.) Jesús Hung Abreu
General de División (GN) José Barrios Dulcey
General de División (GN) Rafael Damiani Bustillos
General de División (GN) Luis Camacho Kairuz
General de División (Av.) Justo Saavedra
General de División (Av.) Antonio Morales González
General de División (Av.) Freddy Yánez Méndez
General de División (Av.) Julio García Pino
General de División (Ej.) Adolfo Tovar Salas
General de División (Ej.) José Antonio Olavarría Jiménez
General de División (GN) Enrique Prieto Silva
General de División (GN) Luis Felipe Nery Arrieta Ávila
General de División (Av.) Iván Darío Jiménez
General de División (GN) Landis Ferreira Zambrano
General de División (GN) Marcos Pacheco Melgarejo
General de División (Av.) Raúl Ramón Morales
General de División (Ej.) Oswaldo Sujú Raffo
General de División (Ej.) Andrés Medina Torcat
General de División (Ej.) Alfonso Romero Romero
General de División (Ej.) Félix Cáceres Pinzón
Vicealmirante Radames Muñoz León
Vicealmirante Freddy Mota Carpio
Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez
Vicealmirante Efraím Díaz Tarazón
Vicealmirante Mario Iván Carratú Molina
Vicealmirante Julio Chacón Hernández
Vicealmirante Rafael Bertorelli Moreno
Vicealmirante Antonio Pérez Criollo
Vicealmirante Jesús E. Briceño García
General de División (Av) Regulo Anselmi Espín
General de División (Av) Reyes Humberto Gil Barrameda
General de División (GN) José Salazar Heredia
General de Brigada (Ej.) José Gregorio González Rodríguez
General de Brigada (Ej.) Juan Ferrer Barazarte
General de Brigada (Av.) Néstor Sánchez Toro
General de Brigada (GN) Antonio Contreras Escalante
General de Brigada (Ej.) Evelio Gilmond Báez
General de Brigada (GN) Domingo Rojas García
General de Brigada (Ej.) Camilo Vethencourt Rojas
General de Brigada (Ej.) Luis Felipe Párraga Barrios
General de Brigada (Ej.) Raimundo Guisandes López
General de Brigada (Ej.) Henry Lugo Peña
General de Brigada (Ej.) Néstor González González
General de Brigada (Ej.) Cesar Ramos Álvarez
General de Brigada (Ej.) Rubén Medina Sánchez
General de Brigada (Ej.) Guaicaipuro Lameda
General de Brigada (Av.) Eduardo Caldera Gómez
General de Brigada (Ej.) Ennio Torres Izarra
General de Brigada (GN) Régulo Díaz Vegas
General de Brigada (Ej.) Gustavo Salas Paredes
General de Brigada (Ej.) Bernardo Díaz Castillo
General de Brigada (Ej.) Rafael Peña Pereira
General de Brigada (Ej.) Ángel Vivas
General de Brigada (Ej.) José Alberto Osorio García
General de Brigada (Ej.) Juan de Dios Vierma Fuentes
General de Brigada (GN) Humberto Seijas Pittaluga
General de Brigada (GN) Orlando Hernández Villegas
General de Brigada (GN) José Salazar Heredia
Contralmirante Cesar Manzano Zavala
Contralmirante Elías Buchzser Cabriles
Contralmirante Luis Moreno Zambrano
Contralmirante Eddy Guerra Conde
General de Brigada (Av.) Mariano Márquez Oropeza
General de Brigada (Av.) Pedro Pereira
General de Brigada (Av.) Jorge Luis Guerrero Barrios
General de Brigada (Av.) Eduardo Báez Torrealba
General de Brigada (Ej.) Richard Salazar Rodríguez
General de Brigada (Ej.) José E. Godoy Peña
General de Brigada (Ej.) Rene Sericia García
General de Brigada (Av.) Román Gómez Ruiz
General de Brigada (Av.) Omar Ruiz Rodríguez
General de Brigada (Av.) Gonzalo Gómez García
General de Brigada (GN) Raúl Cepeda
General de Brigada (GN) Francisco Limongi
Contralmirante Mirko Markov Mikas
General de Brigada (GN) Gilberto Mayorca
General de Brigada (GN) Ramón Rodríguez Mayol
General de Brigada (GN) Rafael Vera R.
Contralmirante José Velasco Collazo
Contralmirante Eddie Ramírez Poveda
Contralmirante Oscar Betancourt Patiño
Contralmirante Gregorio Molleja Rodríguez
Contralmirante Daniel Comisso Urdaneta
Contralmirante Félix Antonio García Zambrano
Contralmirante Rubén Germán Torres Leal
Contralmirante Jorge Alberto Bustamante Cáceres
Contralmirante Ricardo Hernández Hernández
Contralmirante Raúl Bustamante Pulido
Coronel (Av.) Sammy Landaeta Millán
Coronel (GN) Luis Lara Santamaría
Coronel (Ej.) José Antonio Omaña Hernández
Capitán de Navío Juan Bautista Márquez Moreno
Capitán de Navío Julio Sánchez Correa
Capitán de Navío Gonzalo Merino Valery
Capitán de Navío Emilio De Rogatis Porreca
Coronel (Ej.) Orlando Martínez Ugueto
Coronel (Ej.) Manuel Antonio Ledezma Hernández
Coronel (Ej.) José Antonio Omaña Hernández
Coronel (Av) Pedro Soto
Coronel (Ej.) Antonio Varela
Coronel (GN) Luis Morales Parada
Coronel (Ej.) José Machillanda Pinto
Coronel (GN) Artemio Boada
Coronel (Ej.) Marcos Porras Andrade
Coronel (Av) Campo Elías Flores
Coronel (Ej.) Otoniel Arellano Pérez
Coronel (Ej.) Widman Olaf Alcalá
Coronel (Ej.) Carlos Barito
Coronel (Ej.) Domingo Santana Gómez
Coronel (Ej.) Yucepe Pilliery
Coronel (Ej.) Gustavo Díaz Vivas
Coronel (Av) Juan José Farías Molero
Coronel (Ej.) Juan José Rendón González                 
Coronel (Ej.) José Jiménez Malavé
Capitán de Navío Eduardo Ovalles Campero
Capitán de Navío Carlos Rodríguez Bártoli
Capitán de Navío Luis Guillermo Ramos Castillo
Capitán de Navío Nelson Antonio Escalona Fernández
Coronela (GN) Dido Cabrera Bustillos
Coronel (Ej) Emilio Méndez Martínez
Coronel (Av.) Silvino Bustillos
Coronel (GN) Antonio Semprún
Coronel (GN) Hidalgo Valero
Coronel (Ej.) Ángel Serrano
Coronel (Ej.) Domingo Salazar Martínez
Coronel (Av) Enio Aldazoro
Coronel (Ej.) Orlando Suarez Galeano
Capitán de Navío Javier Sánchez Pereira
Coronel (Av) Oswaldo Martínez
Coronel (Ej.) Carlos Daniel Rojas Pérez
Coronel (Ej.) Atilano Carrillo Bracamonte
Capitán de Navío Carlos Lavado Móttola
Capitán de Navío Luis Salas Marcano
Coronel (GN) Miguel Ángel Casanova Ostos
Capitán de Navío Rubén Piña Saa
Capitán de Navío Rafael Pérez sarmiento
Coronel (Av.) Danilo Rodríguez
Coronel (Av.) Juan Bautista Gómez Rojas
Coronel (Av.) Emmanuel Calles Manzano
Coronel (Av.) Ramón Francisco Guzmán  Díaz,
Coronel (GN) Carlos M. López
Coronel (GN) Omar Dávila Flores
Coronel (GN) Freddy Eduardo Martínez
Coronel (GN) Francisco Limongi
Coronel (Ej.) Manuel Ledezma Hernández
Capitán de Navío Clímaco Rivero Moreno
Capitán de Navío Humberto Lazo Cividane
Capitán de Navío José Santín
Capitán de Navío Bernardo Jurado Capecchi
Capitán de Navío Alberto Shadah Udelman
Capitán de Navío Eddy Méndez Pérez
Capitán de Navío Oscar Ibarra Labady
Capitán de Navío José Gregorio Noguera Torre
Capitán de Navío Nelson Rafael Camarillo Morillo
Capitán de Navío Juan Antonio Ramos Sánchez
Capitán de Navío Ángel Valero
Coronel (Ej.) José Bruzco Hernández
Coronel (GN) Iván Henríquez
Coronel (GN) Esmerio Delgado
Coronel (GN) Omar Ángel Aranguren
Coronel (GN) Williams Linares
Coronel (GN) Alirio Miguel Cabrera
Coronel (GN) Alexander Flores Lamus
Coronel (GN) Freddy Eduardo Martínez
Coronel (GN) Alex E. Montenegro Méndez
Coronel (GN) José Luis Quintana
Coronel (GN) Gustavo Enrique Ferrer Barroeta
Coronel (Ej.) Castor Torcat
Coronel (Ej.) Nelson Castro Moreno
Coronel (Ej.) Máximo Marchán
Coronel (Ej.) Eduardo Guzmán Pérez
Coronel (Ej.) Eduardo José Suarez Montana
Coronel (Ej.) Gabriel Oscar Duque Vivas
Coronel (Ej.)  Valmore Loaiza Baduel
Coronel (Ej.) Juan Gonzalo Aguilar
Coronel (Av) Omar Parra Pérez
Coronel (Av) Carlos Morales Jurado
Coronel (Av) Antonio Ortega Brouzes
Coronel (Av) Pedro Gómez Moncada
Coronel (Av) Juan Faria Molero
Coronel (Av) Humberto Álvarez Acosta
Coronel (Av) Alejandro Malpica Pérez
Coronel (Av) Oneida Colmenares
Coronel (Av) Inés Camacho
Coronel (GN) Jorge Rodríguez Valero
Coronel (GN) Oscar Briceño Domínguez
Teniente Coronel (Av) José Guevara Gutiérrez
Teniente Coronel (Ej.) Julio César Moreno
Teniente Coronel (AV.) Guillermo Beltrán Vielma
Teniente Coronel (Av.) Moisés Brunstein Reina
Teniente Coronel (Ej.) Jesús López Planchart
Teniente Coronel (Ej.) Cesar Augusto Becerra Lujan
Capitán de Fragata Alejandro López Hernández
Capitán de Fragata José Rafael Linares Badillo
Capitán de Fragata Alonso Sader Castellanos
Capitán de Fragata Reinaldo Ramírez Dala
Capitán de Fragata Leopoldo Salas Rommer
Teniente Coronel (Ej.) Pedro Tarcisio Donaires Lozada
Teniente Coronel (Ej.) Antonio Torres Alvarado
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