lunes, 20 de febrero de 2017

Soledad Bravo: "Con tramposos no se dialoga"

Soledad Bravo: "Con tramposos no se dialoga"




JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA | JOLGUERR@GMAIL.COM


19 DE FEBRERO DE 2017 12:01 AM

—¿Socialista empedernida?

—Progresista y libertaria.

—¿Socialista del socialismo del siglo XXI?

—Demócrata del siglo XXII.

—Cuando protestaba en los años setenta, ¿imaginó alguna vez esto?

—Ni en mis peores pesadillas.

—¿A qué le canta hoy?

—A lo que le canté siempre: a la vida, al amor, a la libertad, a la justicia.

—¿Protesta la oposición como debiera?

—Que cada cual proteste como pueda.

—¿Le cantaría al diálogo nacional?

—Si se cumplieran las condiciones, con inmenso gusto. No se cumplieron ni se cumplirán. Con tramposos no se dialoga.

—¿Dónde están los músicos contestatarios?

—Quien busca encuentra.

—¿Sigue igual de contestataria?

—Mientras haya injusticias.

—¿Qué sería Soledad Bravo sin su guitarra?

—Lo que soy: Soledad Bravo sin su guitarra.

—¿Es Venezuela un concierto de cuerdas o de cuerdos?

—Un desconcierto, mientras no haya un gran director.

—¿El instrumento que desafina la orquesta que dirige el país?

—La quijada del burro.

—¿Una nostalgia musical?

—“Yesterday”… all my troubles seem so far away.

—¿Se descalza aún?

—En el escenario lo hice muy ocasionalmente. Y por gusto. Ahora solo cuando es necesario.

—¿Emulaba a la Lupe?

—Siempre me he emulado a mí misma.

—¿Fue rebelde de niña?

—Contra las injusticias, siempre.

—¿Una pasión?

—Cantar.

—¿Una intensidad?

—Antonio.

—¿Un arrebato?

—La amistad.

—¿Una alegría?

—La vida.

—¿Un defecto?

—El perfeccionismo.

—¿Un pecadillo confesable?

—Todas mis confesiones están en lo que canto. Incluso los pecadillos.

—¿Qué tiene de soledad?

—Muy poco. Prefiero una buena compañía.

—¿Cuál de los géneros protesta más?

—El femenino. En Venezuela con toda razón y absoluto derecho.

—En el caso del connacional, “¿detrás de un hombre triste hay siempre una mujer feliz?”

—“¡Y-tras-de-e-sa-mu-jer-hom-b res-gen-ti-les-siem-pre-hay-mi l!”.

—¿Feminista?

—Femenina.

—¿Alí Primera hubiera sido chavista?

—A estas alturas es imposible saberlo.

—¿Alternaría con Servando y Florentino?

—Ya lo hicimos y tuvimos de padrino a nuestro querido Ricardo Montaner. Un éxito.  La música es un amor sin barreras.

—Luego de todo esto, ¿cantaría en el balcón del pueblo?

—Lo mío jamás fue cantarle a los gobernantes.

—¿Un estribillo para la revolución?

—¿Cuál revolución?

—¿Otro para la MUD?

—“Siempre que te pregunto que cuándo, cómo y dónde, tú siempre me respondes: quizás, quizás, quizás…”.

—¿Lo socialista de la oposición?

—La mala conciencia.

—¿Y del proceso?

—Todas sus perversiones totalitarias. Agravadas por nuestras taras y defectos congénitos.

–¿Un líder?

—Están todos presos. Otros se estarán incubando.

—¿A quién apoya?

—A todos, y todas, los que se oponen de verdad y no juegan al quiquirigüiqui.

—¿Un nota para la Asamblea?

—“En el pecho de un desafinado también late un corazón”. Vinicius de Moraes.

—¿Para los poderes?

—“Abajo cadenas, gritaba el Señor. Y el pobre en su choza…”.

—¿Para las FANB?

—“La música militar nunca me supo levantar”. George Brassens.

—¿La magna ovación?

—Está pendiente. Cuando cante el himno nacional el día de la instauración del primer gobierno de la era democrática que viene. No hay quien la pare.

—¿Combate este régimen?

—Llevo toda una vida combatiendo a las dictaduras. Desde que nací. Con mi padre recién liberado de una condena a muerte por republicano. Esta no iba a ser la excepción.

—Según el régimen, usted es de derecha…

—La izquierda y la derecha pasaron a la historia. Democracia o dictadura. Más nada.

—¿Protesta más el PSUV o la oposición?

—No hay manera de saberlo.

—¿Un contestatario sin causa?

—Un loquito recogelatas hablando solo.

—¿Aran en el mar los cantantes de protesta?

—Si están con el régimen, se forran.

—¿Protestaría la prohibición pública de hablar mal de Chávez?

—Que los muertos entierren a sus muertos. Si pueden, en silencio.

—¿La han mandado con su música a otra parte?

—Los franquistas quisieron expulsarme de España. No sabían que yo era española de nacimiento. Me convertí en el ícono de la transición. Una experiencia inolvidable. Espero repetirla.

—¿Posibles acordes para este año?

—Pura dodecafonía.

—Mientras, ¿una melodía para sobrellevar esto?

—“Algo bueno tiene que pasar…”. Yordano.

—¿Qué pasaría en Venezuela si prohibiesen protestar musicalmente?

—Nada. Hay abusos y crímenes muchísimo más graves, como el narcoterrorismo.  Y nadie dice nada.

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