sábado, 13 de agosto de 2016

Solidaridad Internacional y Transición

Brújula Diplomática
Solidaridad Internacional y Transición
Por: Milos Alcalay
Twitter: @milosalcalay
 
 
La múltiple crisis que se evidencia hoy en  Venezuela como resultado del colapso político, económico, social, ético e institucional, producen cada vez mayores preocupaciones en el mundo, por lo que se multiplican las expresiones de solidaridad internacional con denuncias alarmantes sobre una situación cada vez más grave. Tan solo en días recientes hemos visto a  15 Estados adoptar  en la OEA una Declaración Conjunta para exigir el referéndum revocatorio;  una dramática portada de la prestigiosa revista Time con el titular “Venezuela está Muriendo”; la poco usual declaración del Secretario General de la ONU denunciando la existencia de una “crisis humanitaria en la que no se consigue comida, medicina, agua potable..” ; la aplastante moción de solidaridad del Parlamento Peruano en la que partidos de Gobierno y oposición se unen para denunciar los atropellos en Venezuela; las posiciones de apoyo de personalidades como el Presidente Kuzcynski al recibir al Gobernador Capriles; la de los Presidentes Macri, Temer, Cartes en relación a la exclusión de Maduro de la Presidencia de Mercosur; la reunión del Secretario General de la OEA al recibir a Luis Florido Presidente de la Comisión de Política Exterior, por no mencionar sino los más recientes episodios, demuestran el asilamiento del régimen.
Estas expresiones de la comunidad de naciones,  en vez de producir una apertura del Gobierno en procura de una  solución pacifica y constitucional, más bien tienen el efecto contrario, ya que los principales voceros del oficialismo, al negarse en admitir las evidencias, muestran un peligroso perfil de nerviosismo en el que se agrava la represión y la dominación interna, unida a la confrontación contra todos aquellos que muestran su preocupación. Lo que no entiende el Gobierno, es que con estas actitudes,  aumentan las reacciones mundiales produciendo un círculo virtuoso de apoyo internacional a favor de los demócratas venezolanos.
La historia nos demuestra que esta indiferencia oficialista que se niega admitir el peso de la opinión pública mundial,  ha tenido efectos transformadores en otras regiones. La preocupación manifestada mundialmente en contra del régimen del Apartheid en África del Sur, produjo el acceso al poder de Nelson Mandela, preso político durante décadas; las influencias nefastas de las minorías violando derechos humanos y sociales, unidos a la presión mundial, produjeron los cambios en Namibia y en Rodesia. En otras latitudes, el aislamiento de la URSS por su defensa exacerbada del régimen anti mayoritario y la solidaridad mundial con los perseguidos, puso en movimiento la Glasnost y la Perestroika, que a su vez hizo que colapsaran los regímenes del Socialismo del Siglo XX en Europa Oriental. Los cambios que se vieron obligados a aceptar regímenes totalitarios como el de China o Vietnam, demuestran una actitud incontenible.
Es por ello que es absurdo, anti-historico, inconstitucional y violador del derecho internacional, que los responsables del poder en vez de entender los efectos de la solidaridad internacional, en vez de prepararse para la transición continúen actuando con la politica de la avestruz, negándose a reconocer su asilamiento y su fracaso.

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