Falsa premisa
Por Virginia Contreras
¿Qué quiere la MUD?: ¿Discutir unas firmas o que el referéndum se lleve a cabo este año?
Hace algunos días la organización
política opositora venezolana, Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en
respuesta a la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) en donde
el ente fijó como oportunidad para la realización del referéndum
revocatorio (RR) el primer trimestre del año 2017, e impuso la
obligación para los venezolanos de recoger el 20 % de las firmas
requeridas para la continuación del proceso revocatorio en cada uno de
los estados del país y no por la totalidad del territorio nacional,
acordó el desconocimiento del 20 % regional fijado por el ente comicial.
La respuesta de la MUD era algo
que desde días antes se había hecho esperar, tanto así que de manera
solemne su secretario general había anunciado la necesidad de que la
sociedad venezolana esperara la contundente medida que dicha
organización tomaría en respuesta de lo que consideraban un atropello
por parte del CNE. De allí que todos los medios de comunicación, tanto
nacionales, como internacionales, así como la población venezolana en
general, estuvieran atentos a la medida tomada por la agrupación
política.
Esta decisión por parte de la MUD
ha causado una seria preocupación ante el grueso de países,
organizaciones internacionales, y personalidades que de manera altruista
han venido apoyando la necesidad de una salida pacífica frente al clima
de incertidumbre política y al desmoronamiento del sistema democrático
venezolano. ¿ Cómo es eso que frente a una decisión que fija de antemano
la realización del RR para el próximo año, circunstancia que impediría
la posibilidad de llamar a nuevas elecciones presidenciales, en vez de
atacar contundentemente esta decisión, la organización política desvíe
su atención en discutir la recolección del 20 % de unas firmas?, se
preguntan aquellos.
Este hecho, de atender con mayor
énfasis un aspecto, que si bien es importante, resulta inocuo frente a
la gravedad de diferir la fecha del RR, ha llevado a infinidad de
elucubraciones, las cuales no dejan de ser importantes si consideramos
que si bien es cierto que la crisis venezolana debe ser resuelta por los
venezolanos, de no ser por el apoyo de la comunidad internacional, de
los medios de comunicación internacionales, y de la comunidad venezolana
en el exterior, el conocimiento de la problemática venezolana no
hubiera pasado de las fronteras del país. No digamos el apoyo
institucional y hasta económico que ha representado este conocimiento de
la situación a nivel mundial.
De allí que sea imposible, aun con
todo el esfuerzo que debe de estar realizando dicha agrupación como
reacción a la conducta del CNE, mantenerse en silencio y simplemente
dejar pasar la gravísima circunstancia que implica para la suerte de
Venezuela, el continuar discutiendo la viabilidad o no de recoger unas
firmas de una manera u otra mientras el tema central, como lo es la
postergación del RR para el 2017, se deja prácticamente de lado.
¿Sera que la MUD, consciente de la
necesidad de ampliar su número de adeptos en el país, prefiere que el
RR se suspenda? ¿Sera que sectores de la MUD preferirán utilizar el RR
como trampolín para calentar las calles y organizarse para ir
directamente a las elecciones presidenciales del 2018? ¿O tal vez será
que no se han dado cuenta de lo que representa dirigir su atención hacia
el elemento menos trascendente en vez de atender el problema de fondo,
como lo es la fecha de realización del RR?
Posiblemente para quienes día a
día han trabajado incesantemente con el objetivo de lograr la
terminación pacifica del régimen venezolano, estas interrogantes que
muchos se están planteando dentro y fuera de las fronteras venezolanas,
resulten crueles y hasta ofensivas, pero si consideramos los efectos que
las estrategias opositoras pueden causar en toda la población del país,
todas estas dudas en vez de ser rechazadas de pleno, como
lamentablemente lo han sido por parte de conocidos lideres políticos
venezolanos, deberían ser recibidas con preocupación. Más aun cuando no
existe una homogénea estrategia por parte de quienes rechazan la
continuación del gobierno bolivariano.
En lo que respecta a la decisión
de negarse a reunir las mencionadas firmas estado por estado, como lo
requiere el CNE, existe un triste antecedente precisamente relacionado
con el RR solicitado en el año 2004 en contra del entonces Presidente
Hugo Chávez, que bien debería tomarse en cuenta. El caso es que para esa
fecha, la organización civil “Coordinadora Democrática” de manera
independiente del CNE decidió proceder a la recolección de las firmas
que avalarían la solicitud del RR en contra de dicho mandatario. Después
de todo el esfuerzo realizado, el organismo electoral no solo desecho
dichas firmas por no contar con los requisitos exigidos por este, sino
que ordeno la nueva recolección de firmas, con el consabido retraso en
el proceso revocatorio. ¿Si esto sucedió en el pasado, con un CNE que
trataba de disimular su apoyo irrestricto al régimen, qué no sucederá
ahora cuando el CNE se ha quitado la careta?
Esta situación, en donde la
sociedad venezolana se halla sometida a los dictámenes del gobierno
bolivariano debido a que todas las instituciones públicas, con excepción
de la Asamblea Nacional, dependen directamente del Presidente Maduro,
es un problema de extorsión permanente. El tema del RR es un ejemplo
patético de ello.
La Constitución de la Republica
(C.R) en su artículo 70 es muy clara: “Son medios de participación y
protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político:
…la elección de cargos públicos, el referendo…”; y continua más
adelante:… “La ley establecerá las condiciones para el efectivo
funcionamiento de los medios de participación previstos en este
artículo”.
Por si esto fuera poco, la C.R en
el capítulo referido a “La Competencia del Poder Público Nacional”
(artículo 156, numeral 32), dispone “Es de la competencia del Poder
Público Nacional:…32. …La legislación en materia…de elecciones…”
Bien es sabido que hasta el
momento no existe una Ley especifica que regule los referendos como lo
establece la C.R, y que el CNE ha impedido que esta sea dictada por la
Asamblea Nacional. No obstante, a pesar de la falta de legislación al
respecto, y en cumplimiento del mandato constitucional, mal podría
aplicarse un reglamento para regir todo lo referente a referendos, y/o
elecciones, cuando la propia Constitución exige que sea mediante una Ley
que dichos procesos sean regidos.
Esta situación, de pretender el
ente electoral de un plumazo sustituir con un reglamento la competencia
que constitucionalmente ha sido establecida a una Ley, es lo que debería
plantearse la MUD, o quienes deseen la terminación de este régimen
oprobioso. Academias, asociaciones gremiales y profesionales,
organizaciones estudiantiles, asociaciones de vecinos, y todos los que
hagan vida en el país podrían hacer un planteamiento al respecto, en vez
de seguir dejando transcurrir el tiempo sin discutirse el asunto de
fondo. Si la MUD, o cualquier otra agrupación política, se ha planteado
el incumplir con una decisión del CNE, la medida no puede ser tomada
sin el acuerdo de todos los venezolanos demócratas, y para esto se hace
necesario comenzar por recordar la necesidad de la constitucionalidad de
todos los actos del Poder Público, y el CNE es uno de ellos. Si el
retraso del RR es inevitable, lo que sí es evitable es el
desconocimiento de la Constitución y Leyes de la Republica.
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